RECUÉRDAME

Capítulo 72

Capítulo 72

Benson.

Yo: gracias por aceptar cuidar de Lyra tú sola esta noche, te debo una.

Envío el mensaje y la respuesta no tarda en llegar.

Lisa: No hay de qué, espero que Raven se recupere.

Vuelvo a guardar mi teléfono en el bolsillo cuando escucho la puerta del baño ser abierta y seguidamente veo a Raven salir de allí con una bata envolviendo su cuerpo húmedo.

No pienses demasiado en eso último, Benson, no ahora.

—¿Todavía estás aquí? —Cuestiona mordaz al notar mi presencia. Su voz sonando rara gracias a la congestión, algo que no había notado antes.

—Te dije que no me iría —Contesto y camino hasta estar frente a ella. Sin previo aviso levanto mi mano y la llevo hasta su frente, dejándola paralizada. Ella no aparta la mirada de mis ojos en ningún momento y tengo que obligarme a retroceder un par de pasos cuando mi mente comienza a nublarse.

—La temperatura ha disminuido.

Ella aclara su garganta apartando la mirada y llevándola hasta su armario —Te dije que solo necesitaba un baño.

—Aun así, sigues con fiebre y no dejas de sorberte los mocos.

—Nada demasiado grave, ahora ¿quieres dejarme sola para que pueda vestirme? —Se gira hacia mí y coloca ambas manos en su cintura en espera de mi respuesta.

Como si no hubiera visto ya cada rincón de su cuerpo. Me abstengo de decir y decido cumplir su deseo saliendo de la habitación. Decido dar un paseo por la cocina, lleno un vaso con agua y me dirijo a la sala donde encuentro una caja de pañuelos, la tomo y regreso a su habitación una vez ella ya está vestida.

—Dijiste que tenías medicamentos ¿No? Aquí tienes agua, tómatelos —Dejo el vaso sobre una de las mesitas de noche —También traje esto, límpiate los mocos.

Le lanzo la caja de pañuelos que ella apenas atrapa y me dedica una mala mirada.

—Ya deja de darme ordenes, no eres mi médico, y no pienso sacudirme los mocos contigo aquí, es vergonzoso.

Es mi turno de llevar mis manos a mi cintura.

—Acabo de verte vomitar hasta el estómago.

Sus mejillas se tiñen de un lindo color rosado que trata de ocultar girando la cabeza.

—No tienes que mencionarlo, que vergüenza.

—Vamos, Raven, presencié los momentos más humillantes de tu adolescencia, esto no es nada.

Una pequeña sonrisa baila en sus labios ante el recuerdo.

—Pero no estuviste en mi primera cita con el ginecólogo cuando me enteré de que estaba embarazada, eso sí que fue humillante.

—Habría estado de no ser por... —Callo cuando me doy cuenta de lo que estoy a punto de decir y decido cambiar mis palabras —si las cosas hubiesen sido diferentes.

A pesar de mi intento de redimir mis palabras sé por su expresión que ha captado lo que en un principio iba a decir, cosa que ha hecho que su sonrisa desaparezca.

—Iré al baño a sacudirme los mocos —Avisa antes de irse a encerrar, y creo que por su propio bien me guardaré el dato de que puedo escucharla desde aquí.

(***)

Raven.

Al salir del baño encuentro a Benson sentado en la orilla de mi cama, y no puedo evitar que mi corazón se infle de emoción. No sé por qué tengo el estúpido temor de que él decida irse y dejarme sola, ha dejado claro que no lo hará, pero no puedo evitarlo.