Cap 39. 🌜

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Mateo

—¿Quieres poner música?.— pregunté un tanto incómodo por el silencio

La morocha en el asiento del copiloto, me miró de reojo con su semblante aún serio, y me regalo una leve sonrisa de boca cerrada.

Desde que nos habíamos subido al auto nuevamente, ella no había generado ni si quiera un sonido, por más mínimo que sea.

Estaba comenzando a considerar que la mamá de mi hijo era un fantasma, es decir, ni si quiera su respiración se oía o al menos yo no la percibía.

No estaba seguro de lo que le pasaba, pero suponía que debía ser serio, para que ella esté tanto tiempo callada.

Digo no la conozco del todo, pero a simple vista se ve que Ana no es una persona callada y tímida...

Sacándome un poco de mi preocupación, pude notar como la morocha al fin se movía.

Su acción fue dirigir su mano a la pantalla semi pequeña que estaba en el tablero del auto, que era básicamente el control del radio.

Ella sin saber mucho sobre el aipad que estaba frente suyo, miró con confucion aquel aparato, para después darle un suave toque a la pantalla.

El aparato electrónico se prendió en seguida, dejando ver su menú principal, dónde había muchas herramientas de su uso.

Pude notar que después de unos momentos dónde la madre de mi hijo analizo la situación, encontró la app para la música, y a los instantes la radio local comenzó a sonar por todo el auto.

—¿Estás bien?.— pregunté después de unos momentos en silencio nuevamente

—Si...— suspiro mirando por la ventana

Yo imite su acción, y suspire pesadamente, este día había comenzado se maravilla para que sea arruinado de esta manera.

Y no digo que Ana tenga la culpa, pero hoy estaba realmente emocionado por ver a mi hijo crecer, para que tal vez con sus mambos me la baje así.

Y para joder la música no ayudaba, de entre todas las radios de la zona, tubo que elegir la más depresiva y llena de canciones tristes, sobre rupturas amorosas y ese fla.

Un poco arto de la situación, apague la radio rápidamente, y saque mi celular.

—¿Pero que...— Ana intento hablar pero la corte rápidamente

—Ya basta de maquinarte la cabeza con tus mambos.— trate de sonar lo más amable y positivo posible

Tampoco quería que se enojara conmigo por el tono de voz que aveces uso.

—¿Que?.— pregunto tratando de sonar indiferente y suspire

—Solo... vamos a ir a comer sin pensar tanto en los mambos ¿Estamos?.— propuse animado mientras conectaba mi celular con el radio del auto.

Ella me miró por unos segundos, antes de sonreírme con ternura y asentir.

—Tienes razón...— se mordió el labio nerviosa —Igual y te estoy cagando el desayuno por andar en mis mambos.— suspiro

—Nahhh no te preocupes, solo me pareció preocupante tu silencio.— me encogi de hombros

Ella rio —Awww se preocupa por la mamá de su hijo.— jodió mientras reía

—A boeeee...— fingi molestia —Ya no me preocupo más.—

—Jaja cerra el ojete y ponete una música buena.— sonrió

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora