Mateo
Bostece una vez más, intentando quitarme el sueño.
La luz del sol entraba por mi gran ventanal, causando obviamente mi molestia, pero no la suficiente para arruinar mi día, ya que me daba directo en la cara.
Con una sonrisa en el rostro y decidido a levantarme.
De un ágil movimiento, quedé en el borde de mi cama sentado, con las sábanas cubriendo mi torso descubierto.
Me puse mis Crocs, levantándome por completo de mi cómoda cama.
Con toda la energía del fin de semana, rápidamente me dirigí a mi baño privado, dónde comencé a quitarme la ropa que usaba para dormir.
Que realmente solo era un short muy cómodo y corto, que podría figurarse cómo boxer, así dormía más cómodo.
Una vez que termine, tome un parlante que tenía en uno de los tantos cajones de mi closet, y vincule mi celular con este, para así reproducir alguna canción que me gustase.
Después de vincular el parlante, se reprodujo The box - Rich Ross
Con una sonrisa, comencé a cantar sin pudor alguno.Abrí la canilla que era del agua caliente, que al instante dejo salir la antes mencionada, generando vapor, empañado por completo mis puertas de cristal.
Me metí debajo del chorro de agua, mojandome por completo, sintiendo la relajación del agua caliente, callendo por mis músculos y cabeza.
Y así comencé a proporcionar productos de baño, en mi estropajo que tengo como pelo, masajeando suavemente este, mientras que a su vez tarareaba la canción.
Mientras me duchaba el cuerpo, no podía no recordar la noche de ayer...
Los besos de Ana llegaban a mi mente, cómo si de un sueño se tratase.
No podía no emocionarme con el hecho de que Ana no se haya separado, o no me haya mandando a la mierda.
Pero aún me quedaba la duda, sobre que es lo que ella quería contestarme a la pelotudez del impulso que dije.
Después de ese momento en el que Pedro nos interrumpió, que por cierto aún tenía que hablar con el, que claramente no sería ahora, por qué estoy muy de buenas cómo para arruinarlo.
En fin, después de ese momento, con mi familia la fuimos a dejar a su casa, claramente después de despedirnos de los Bulgheroni que nos seguían viendo con muy mala cara.
Por mi parte en el coche, me senté alado de ella, proporcionando caricias en su pierna, y dejando sonrisas cómplices compartidas con ella, al llegar a su casa, solo pudimos despedirnos con un beso en la comisura de sus labios, que fue más que agradecido de mi parte.
Entre tantos pensamientos, termine de ducharme, saliendo con una toalla enrollada en mi torso, tomando el parlante, para así salir del baño.
Llendo directamente a mi closet, dónde tome lo primero que encontré.
Que era una bermuda deportiva, y una remera de los Lakers, algo tranqui para hoy.
Me peine un poco los rulos con mis manos, tome mis Air Forcé blancas para ponerme las y como último paso aplicarme un poco de loción.
Una vez listo y con la morocha madre de mi hijo aún en mis pensamientos, tome mi celular y tras buscar su contacto, escribí un corto mensaje antes de enviarlo.
Mateo Palacios.
Buenos días linda 🥺Aún era muy temprano, las 10:30 AM exactamente, suponía que aún seguía dormida, por lo tanto no espere su respuesta inmediatamente.
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Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜
Romance- Tᴏᴅᴏ ᴇsᴛᴏ ᴇs ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴀ ᴠᴏs ʏ ᴀ ᴛᴜ ʜᴇʀᴍᴀɴᴀ, sɪ ɴᴏ ᴍᴇ ʜᴜʙɪᴇʀᴀ ɪɴsᴇᴍɪɴᴀᴅᴏ ʏᴏ ᴇsᴛᴀʀɪ́ᴀ ʙɪᴇɴ - ᴇsᴘᴇᴛᴇ ᴄᴏɴ ʀᴀʙɪᴀ - Pᴇʀᴏ ϙᴜɪᴇʀᴏ ʀᴇᴍᴇᴅɪᴀʀʟᴏ, ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴇsᴛᴀʀ ᴄᴏɴᴛɪɢᴏ - ʙᴀᴊᴏ sᴜ ᴄᴀʙᴇᴢᴀ Uɴᴀ ᴄʜɪᴄᴀ ϙᴜᴇ ғᴜᴇ ɪɴsᴇᴍɪɴᴀᴅᴀ ᴀʀᴛɪғɪᴄɪᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ, ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴇsᴘᴇʀᴍᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ʜᴏᴍʙʀᴇ s...