Cap 15. 🌜

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Ana

Con toda la bronca del mundo, me pare de la camilla donde estaba, bajo la atenta y confundida mirada de mi mejor amiga.

Una vez que estube completamente de pie, tome mis cosas y camine hasta la salida del aquel consultorio.

—¿Ana?— Juli trato de llamarme

Pero simplemente ya no la escuchaba, estaba tan segada por el enojo y la ira, y lo que más quería en este momento, es que la estúpida doctora del chequeo me diga que me hizo.

Abrí bruscamente la puerta, y salí del consultorio, una vez que estube afuera me encontré con Manuel con una cara de preocupación.

Owww en otro caso me daría ternura.

—Nana que bueno que…— no deje que tan si quiera terminara esa frase ya que empecé a caminar sin si quiera verlo

Camine a paso veloz intento ver a alguna enfermera o doctora que me diga dónde está la hija de puta que me dejó embarazada.

—!Ana!.— la voz de mi mejor amiga resonó por todo el pasillo

Juli y Manuel venían detrás de mi, los dos estaba preocupados por lo que podría hacer, ellos saben de lo que soy capaz cuando me enojo, estaban tratando de alcanzarme, pero en estos casos, yo no media mis acciones, yo solo quería encontrar la verdad.

Y si es posible romperle la cabeza a la hija de puta.

Una vez que ví de lejos a una enfermera rubia y de buen cuerpo, me acerque corriendo a ella.

—¡Disculpe!.— la llamé, ganadome su atención

—¿Si?.— respondió aquella chica de tez blanca

—Quisiera saber dónde queda el consultorio de la doctora…— que calle al tratar de recordar el nombre de la malparida

Piensa, piensa, piensa, piensa, piensa.

¿Doctora palos?

Doctora juguetes jajajaja

Palos… pacios… palasuela… Palacios

¡Eso es!

—Doctora Palacios.— agregue segura —¿Dónde esta la doctora Palacios?.— pregunté con el ceño fruncido


—Oh, la doctora Palacios está en el consultorio #355.— miró sus informes —Pero ahora no creo que pueda atenderla, está en su descanso.—

Y todavía tiene descansó la hija de puta.

¿Descansar de que?, ¿De embarazar a gente inocente?

Me enfurecí más

—No se preocupe la esperaré…— trate de sonreír falsamente, aunque al parecer la mina se lo trago todo

La enfermera se dió vuelta, después de darme una sonrisa tierna, para irse.

Por mi cabeza pasaban una y mil cosas pero rodó terminaba en lo mismo, cagar a piñas a esa estúpida doctora.

Nuevamente retome mi caminata a paso veloz, hacia el ascensor, dónde mis amigos pudieron alcanzarme.

—¿Que te pasa Ana?.— Manuel pregunto seriamente, mientras que yo apretaba el botón que nos daba a el penúltima piso de hospital.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora