Cap 48. 🌜

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Mateo.

-Esta bien...- suspiré viendo su sonrisa, pero antes de que la morocha festejará, alce el dedo como una indicación -Pero... solo un rato, por qué no quiero que te enfermes.-

Ana sonrió y asintió frenéticamente, como nena chiquita.

-Esta bien... gracias.- su sonrisa era enorme, mostrando sus blancos dientes

Yo por mi parte solo asentí, viendo cómo ella, caminaba rápido hacia el parque, con juegos para nenes, que por obvias razones estaba solo.

La seguí lentamente, con la mano en los bolsillos.

Ana pasaba por los arbustos, tocando cada una de las plantas, sonriendo y mirando al cielo.

Era un poco gracioso como quería corre pero con su panza y la manera en que se cansaba demasiado rápido, no podía hacerlo del todo.

Después de unos minutos, al parecer se canso, y llegó a sentarse en una banca, con la cabeza viendo al cielo.

Mientras que yo estaba recargado en un arbusto, viéndola

Admiro que se tan genuina

Ella parecía disfrutar de un día lluvioso, como si fuera uno soleado, y se veía, a sus gestos y sus grandes sonrisas.

Y al parecer no tenía una mala sonrisa...

Es decir sus mejillas resaltaban más, al igual que sus pómulos rojizos, y sus labios carnosos eran estirados pero aún así seguían luciendo, al igual que su dentadura.

Y sus ojos brillaban de una manera increíble, haciendo su cara una total abominación de ternura.

-¡Vení! ¡Sentate!.- el grito de la nombrada, me saco un tanto de mi trance

Yo solo asentí levemente, y me acerque a ella un tanto tímido.

Una vez cerca, me senté en aquella banca, y al instante Ana de acercó a mi, sonriente recargo su cabeza en mi hombro.

-¿No es lindo.?- pregunto entusiasmada

-¿Que.?- cuestione intrigado

-Como la lluvia ahuyenta a la gente y deja disfrutar el bello paisaje de la ciudad.- aspiro el ambiente

Y en realidad tenía razón, era hermosa la ciudad de noche y sin gente.

-Si es lindo....- suspiré con una sonrisa

No volvimos a decir ni una palabra, los dos estábamos en completo silencio.

Y al parecer a ninguno de los dos nos molestaba o incomodaba, era un silencio que disfrutábamos.

Hermosa silencio...

Esa noche de lluvia, sentados en esa banca, me pareció verte tan blanda, y sin ninguna presión...
Me encantó verte al natural y sin fricción...

Y ahí supe que no volverías a ser, pero gracias me encantó conocer...

....

Se supo la verdad, vos y yo...
Solos y serenos, conectados pero lejos, por siempre en mi corazón y nunca como un recuerdo.
Te amo...

Sintiendo el hermoso silencio y dejándome llevar, pase mi brazo por los hombros de Ana, a quien no pareció molestarle.

Y con cuidado la acerque a mi hombro, dejando que su cabeza se recueste en ese mismo.

Ella gustosa, suspiro y cerro los ojos, acomodandose, viedose relajada...

Mi mente era una tormenta de emociones debido a su cercanía.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora