Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜

Cap 40. 🌜

Ana

—¿Cómo pudiste?.— pregunto con su voz suave y delicada casi en un susurro

—Y-o yo-o.— tartamude sin saber que decir

—¿Enserio merezco esto?.— pregunto nuevamente con la cabeza baja

Me quedé callada ante esa pregunta, y no por que no supiera que decir, si no por que simplemente las palabras no salían de mi boca.

—¡Contéstame!.— exigió alzando levemente la voz, con cierto odio en sus lindos y brillosos ojos marrones.

—Y-o...— susurré nuevamente

—¡¿Tu que?!, ¡Solo dices eso! ¡Pero no respondes ninguna de mis preguntas!.— fijo su mirada en la mía

—Perdón yo...— no dejo que terminara esa frase ya que enseguida me interrumpió

—¡No me sirve tu perdón y no lo quiero! ¡Ya no me sirve nada de ti!.— espeto totalmente roja de la rabia

—Pero Daila...— mis ojos se humedecieron, con un fuerte dolor en el pecho, impidiendo que terminara la frase

Y entonces...

Bep bep bep...

Un gran ruido hizo que frunciera el ceño totalmente, aún con los ojos cerrados.

Por el rabillo de mis ojos, podía ver el gran brillo del sol, ¿Acaso alguien había abierto mi cortina?

Un poco desconcertada, abrí lentamente los ojos, encontrándome como primera vista, mi pieza tal y como la había dejado ayer.

Con mucha paja, me levanté de mi cómoda cama lentamente recalculando toda mi vida, apagando a su vez mi despertador que no dejaba de sonar.

Mire la hora...

7:30 AM

¿Por qué me levanto tan temprano?

Me pregunte internamente mientras de un salto me incorporaba totalmente, pero enseguida un fuerte mareo me hizo tambalear, hasta volver a sentarme.

Cerré fuerte mis ojos, bajando la mirada, hasta encontrarme con mi abdomen ya creciente y calientito.

¡Oh valla, lo había olvidado!

Nótese el sarcasmo, ya que por obvias razones jamás se me va a olvidar en el gran problema que ahora estoy metida.

Y hablando de eso...

—¡Ana ya levántate!, ¡Vamos tarde!.— la voz de mi progenitora se hizo presente desde el living

—¡Ya va!.— grite de vuelta rodeando los ojos

Ni si quiera era tan tarde, nose por qué quiere llegar temprano, no es nada del otro mundo

¡Claro que sí, es tu primer juicio!

Buenoooo dejando de lado eso, para mí era como un día cualquiera.

¡¡Mentira!! ¡Estás que te cagas!

Agggg buenooo, siendo sinsera, estaba que me cagaba de los nervios…

¿Que se supone que haré?

¿Y si me arrepiento?

¿Y si me quedo en shock?

¿De verdad quiero hacerlo?

Y la pregunta más importante…

¿¿Estará Mateo??