Cap 10. 🌜

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Ana

Pase mi dedo por la esquina superior, para así cambiar de página, siguiendo con mi lectura.…

Un beso en París

Uno de mis libros de amor preferidos, por qué me trasmite tanto el sentimiento, que me daba ganas de vivirlo en carne propia.

Pero se que eso es imposible, por dos simples razones, 1: las novelas románticas son solo ficción, y no creó que pasen en la vida real, 2: Ese amor que antes sentía al inició de mi noviazgo ya desapareció.

Y si amigos ya pasó dos semanas y media y ni si quiera nos decimos un hola cuando salimos de casa.

Hace horas que había salido de la facultad, pero no tenía ánimos de ir a casa, y encontrarme con Mauro o a mamá.

Haci que viene a la biblioteca a leer un poco, para despejarme.

Pero como siempre mis planes fueron interrumpidos por el sonido de mi celular, que sonaba como loco.

—Shhhhh…— un señorita con lentes y de tes blanca me miró mal, que al parecer era la bibliotecaria

Yo enseguida tome mi celular y vi el nombre de quien me llamaba

Manu🤞🥀

—Hola…— susurré una vez que conteste ya que todos a mi alrededor estaba leyendo y supongo que tenían que concentrarse

Hola.— mi amigo desde la otra línea también susurro

—¿Que pasa?, ¿Para que me llamas?.— dije los más bajito posible

Queria saber si venías conmigo a tomar un helado.—

—No puedo estoy en la facultad.— menti

Pero en verdad quería estar en paz, y tratar de pensar al menos un momento a solas

—¿Así?, Que curiosos por qué estoy afuera de la biblioteca y hay una piba que es idéntica a vos, junto a una ventana y con el celular en su oreja.— explico de la manera más sutil posible

Cagué

Enseguida, separé mi teléfono de mi oreja y mire para todos lados, para comprobar que mi amigo estaba donde decía.

Y si, efectivamente Manuel estaba fuera de la biblioteca con su celular en mano y su cara de pocos amigos.

Le sonreí apenada y el solo alzo una ceja, retadora.

Sal ya mismos, que iremos a tomar una helado.— dijo simple antes de colgar

No me quedo de otra más que bufar, tomar mi libro y mi mochila, para después levantarme de mi silla, y caminar a la salida de la biblioteca.

Una vez que estube afuera de esta, busque con la mirada a Manu, quien lo encontré en una jardinera de lindas rosas rojas.

A pasos tímidos me acerque a el.

—Hola.— le di un beso en la mejilla

—Nunca jamás me vuelvas a mentir Ana Lindoro!.— me reto una vez que nos separemos debido al beso en la mejilla

—Lo siento.…— baje mi cabeza apenada

—Ya no importa Nana.— paso uno de sus brazos por mis hombros acercándome a el.

Yo solo asenti con una sonrisa, y comenzamos a caminar, no sabía a dónde, solo dejaba que Manu me llevará.

—¿Y?, Dime por qué te escondías del mundo…— pregunto para romper el silencio que se generó

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora