Cap 2. 🌜

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Ana

Mis ojos se acostumbraron a la luz del puto señor sol, que me daba directamente en la cara.

—¡Ana!…— la voz de mi querída madre resonó —¡Ana ya levántate!.— nuevamente grito

Bufé cansada y con toda la pereza, del mundo me levanté lentamente, quedándome sentada en mi querida cama, viendo una zapatilla.

—¡ANA LINDORO!.— la puerta de mi pieza se abrió de golpe dejándome ver a mi vieja, con el ceño fruncido

—¡Ya estoy!.— rodé los ojos

Mi progenitora rio levemente, cambiando totalmente de humor. —Lo siento mi amor, pero sabes que se te hace tarde…— me dijo dulcemente

—Pero si es viernes…— hice puchero

—Lose Nana, pero dijiste que tenías trabajo…— me recordó

—La concha de mi hermana!.— putee por lo bajo, recordándo mis pendientes de hoy

Afortunadamente, hoy en la facultad, no tenía clases, así que solo quedaba ir a mi empleo

Trabajaba en un chino, como cajera, no pagaban mucho, pero al menos era algo, para ayudar a mamá, con algunos gastos.

—¿Y?, No pude llegar temprano, haci que no me dijiste nada…¿Cómo te fue?, ¿Entraste?…— soltó con un toque de emoción

Mi mamá era trabajadora de limpieza en un hospital, y por lo tanto aveces llegaba muy noche, por no decir que todos los días.

Mi expresión cambio completamente, a una de tristeza, suspire —N-no entre.— dije tratando de no darle importancia

—Uyyy, vení mi chiquita…— mi progenitora abrió sus brazos, en señal de que le diera una abrazo, y obvio que lo acepte

Los abrazos de mamá, siempre curaban.…

Le agradezco tanto a la vida, por darme a mi madre, que apesar de no tener dinero, y matarse trabajando, tenía aunque sea un tiempo para mí, y no me dejaba de lado.

—Todo va estar bien, mi amor, ellos se pierden de una nena tan inteligente, y tan diferente como vos… estoy segura que sin esa facultad pelotuda te harías muy reconocida…— susurro en aquel abrazo

Yo solo asenti, para no derramar ninguna lágrima.

—Ahora levántate y vamo' a darle, pa' delante, Nana…— froto levemente mi espalda, para después separarse

Rei, y le di un pequeño beso en su mejilla —Si, mami.— sonreí

Ella asintio, para después salir de mi pieza, dándome una cálida sonrisa.

Yo con toda la pesadez, busque entre mi Placard varias cosas, por ejemplo: mi toalla de baño, mi ropa interior y la ropa que usaría hoy.

Con todas estas cosas en mano, salí de mi pieza, para dirigirme a el baño, que estaba hasta el final del pasillo.

Una vez que entre, me mire de reojo en el espejo…

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora