Ana
El lapicero golpeaba la mesa de madera, una y otra vez, en señal de nerviosismo de mi parte.
O más bien estrés...
Hace horas que estaba aquí, y aún no podía acabar ese maldito tema.
Hace unas semanas, para ser exactos una, comencé con los trabajos de la facultad en línea.
Si bien apenas me habían dado la noticia o la autorización por así decirlo, decidieron que era buena idea, ponerme a trabajar de una.
Obligando a venir cada día por la tarde, a un café internet, que estaba a 30 minutos de mi casa, para poder tener un computador, ya que mi celular choto no servía para nada de esto.
Debía ser por mi gran promedio que pidieron reanudar mis actividades de inmediato, cuando me encontraba en la facultad presencial, era bien sabido que era una de las mejores alumnas.
Pero ahora no lo parecía.
Ya había leído mil veces, el mismo párrafo en busca de coherencia, y solo encontraba un laguna en mi cabeza.
No dejaba de pensar en una sola cosa...
Una brocheta de carne!
Desde hace dos días tenía metido en la cabeza ese antojo, pero estaba claro que no podía consumarlo.
Ya que no tenía mucho tiempo y no mucha guita.
Era normal en el embarazo tener estos antojo, e incluso vomitos, pero para mí no era así.
Los vomitos eran muy rara la vez, lo cual agradecía internamente.
¿A quien le va gustar vomitar.?
Odia ese malestar.
Debo admitir que después de varios testimonios de mi madre y San Google, estaba asustada por tener esos meses de vomitos, pero al parecer mi embarazo todavía era más raro.
Ya que casi nunca tenía vómito.
Apenas si tenía 3 meses y medio, casi 4 y yo me sentía como un gran cerdo.
Para este trimestre el bebé tenía el tamaño de un melón, o una toronja muy grande, según me lo había explicado el doctor.
Por obvias razones ya se notaba más mi vientre yaciente.
Justamente en dos días me tocaba chequeo con el proctologo, con la familia Palacios.
Esto ya era rutinario, tenía cita cada mes o cada quince días, aveces nos acompaña la mamá de Mateo, Julieta.
Y hay veces que solo vamos nosotros dos.
Yo prefería ir con la señora Palacios, ya que ella solía sacarme plática, en cualquier momento para distraerme y conocernos más.
Lo contrario a su hijo, hasta hace una semanas.
Que decidimos convivir un poco más, con la finalidad, de tener vínculos paternos por el bebé.
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Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜
Romance- Tᴏᴅᴏ ᴇsᴛᴏ ᴇs ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴀ ᴠᴏs ʏ ᴀ ᴛᴜ ʜᴇʀᴍᴀɴᴀ, sɪ ɴᴏ ᴍᴇ ʜᴜʙɪᴇʀᴀ ɪɴsᴇᴍɪɴᴀᴅᴏ ʏᴏ ᴇsᴛᴀʀɪ́ᴀ ʙɪᴇɴ - ᴇsᴘᴇᴛᴇ ᴄᴏɴ ʀᴀʙɪᴀ - Pᴇʀᴏ ϙᴜɪᴇʀᴏ ʀᴇᴍᴇᴅɪᴀʀʟᴏ, ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴇsᴛᴀʀ ᴄᴏɴᴛɪɢᴏ - ʙᴀᴊᴏ sᴜ ᴄᴀʙᴇᴢᴀ Uɴᴀ ᴄʜɪᴄᴀ ϙᴜᴇ ғᴜᴇ ɪɴsᴇᴍɪɴᴀᴅᴀ ᴀʀᴛɪғɪᴄɪᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ, ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴇsᴘᴇʀᴍᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ʜᴏᴍʙʀᴇ s...