man in the mirror {serie} | (versión español)

[ 23 ] 2013

Calum llevó a Harley Quinn hacia su auto mientras esta se quejaba. Necesitaba ayudarla a salir del trance en el que se encontraba. A mitad de camino, ella se detuvo abruptamente y llevó sus manos hacia su garganta. Calum la observó, preguntándose por qué se había detenido y vio que estaba intentando respirar y pareciera que estuviera teniendo problemas en hacerlo. "¿Qué sucede?" Preguntó, corriendo a su lado. 

Sus ojos azules se abrieron mientras la falta de aire comenzaba a arder en sus pulmones. Mareada, tropezó hacia adelante y Calum alcanzó a agarrarla. La levantó y corrió lo que quedaba hacia el auto, que no era mucha distancia. Antes de que pudiera llegar, sintió como se desmayaba, volviendose completmente inerte en sus brazos. No entendía qué es lo que le estaba sucediendo, pero supuso que tendría que ver con Jack. Pasaban tanto tiempo juntos, que supuso que el hecho de que estuvieran distanciados la hacía enfermar. 

Abrió la puerta del copiloto y la sentó, abrochandole el cinturón de seguridad y rápidamente dio la vuelta al auto. Encendiendo el motor, salió a toda velocidad en dirección a la casa de los Quinns. 

Ya que la casa de Luke no estaba tan alejada de la de Harley, llegó en diez minutos. Sacó a Harley del auto y corrió hacia la puerta. Era tarde en la noche y vio que no había luz en el interior; sus padres deberían de estar durmiendo. Calum encontró que era más fácil entrar en la casa sin que ellos se dieran cuenta. No querían que se preocuparan por Harley. 

Calum caminó por la casa en la oscuridad y subió las escaleras con un poco de dificultad. Eventualmente logró llegar a la habitación y abrió la puerta. Cortando la distancia que había entre la puerta y la cama con unas zancadas, la dejó en la cama y cerró la puerta. Cuando se dio vuelta para observarla, vio que se estaba sentando. Su mirada estaba perdida y parecía estar desorientada. "¿Cuándo llegué a casa?" Preguntó, más hacia si misma ya que no se había dado cuenta de Calum.

Sus ojos escanearon cada centímetro de su alrededor hasta que cayeron en la oscura figura parada a los pies de la cama. Con miedo evidente en sus ojos, Calum estuba seguro de lo que iba a pasar. Deteniéndolo, corrió y puso su mano sobre su boca, entrando en la pequeña cantidad de luz que venía desde la ventana. Harley dejó escapar un grito que Calum pudo ahogar. 

"Es Calum." Murmuró. "Deja de gritar."

Ella tomó su mano, tratando de alejarla. Pero él era más fuerte.

"¿Estaras callada si quito mi mano?" Le preguntó en un susurro. 

Harley asintió con su cabeza y Calum hizo lo que le dijo. "¿Por qué sigues molestándome?" Fueron las primeras palabras que abandonaron su boca. "No quiero estar contigo. Quiero estar con Jack." Dijo. 

"¡Olvídate de Jack!" Calum gruñó. "He estado rompiendo mi trasero para ayudarte ¿y todo lo que haces es pensar en él?" 

"Lo amo." Dijo en voz baja. 

"¡No lo haces!" Gritó, su ira creciendo. Pero no era hacia ella. Su rechazo lo único que hacia era que odiara a Jack más y más. "¿Sabes qué? Necesito hablar contigo. Con la real." Tomó ambas de sus manos forzadamente entre las suyas y cerró sus ojos, concentrando toda su energía en el pasillo oscuro. 

En unos pocos segundos, ambos se encontraban allí. 

"¡Calum!" Ella gritó, abrazandolo por el cuello. 

Calum escondió su rostro en su cuello y la abrazó fuerte, inhalando su aroma. Tenía el aroma puro que recordaba. Esta era la real Harley, no la chica que pasaba el tiempo con Jack Quimby. Su alma lucía justo como la recordaba; jean shorts, botas negras, chaqueta negra de cuero, pelo azul... no la chica rubia en un uniforme de animadora que vio en la fiesta. Incluso el sonido de su voz era diferente. 

Sin quere dejarla ir, sus palabras sonaron sofocadas por la piel en su cuello. "Te extrañé demasiado."

"Aún soy yo." Dijo tristemente.

"Eso no es verdad." Negó con su cabeza. "Ya no estás. Todo lo que tienes es tiempo para Jack."

Harley suspiró. "No puedo evitarlo. Es como si estuviera atrapada en mi cerebro."

"Estoy haciendo todo lo que pueda para ayudarte." Le juró. Él sabía, por lo que su abuela dijo, que no tendría que estar abrazandola de esta manera; estaban relacionados por sangre. Pero ignoraba la verdad por cuanto pudiera. "Y," Añadió sin mucho entusiasmo. "Mirror Boy me está ayudando también."

Sintió como su pecho retumbaba mientras ella dejaba escapar una risita. "¿Cómo está Ashton?"

Cuando finalmente se separaron después de lo que se sintió como un corto tiempo cuando en realidad fue lo contrario, Calum pudo ver en sus ojos a la real Harley. Calum se encogió de hombros como respuesta a la pregunta. "Más molestoso que nunca. Actualmente cree que somos amigos."

"Me alegro de que estén comenzando a convivir." Sonrió. 

"Pero no lo estamos." Calum señaló. 

"Ashton está haciendo un esfuerzo." Harley dijo, "Deberías intentarlo. Es realmente un chico bueno-" 

La detuvo, colocando su dedo índice sobre sus labios. "Harley, no va a suceder. Así que guarda saliva." El chico moreno observó el reloj en la pared que contaba en regresiva cada vez que alguien se encontraba en el pasillo. Tenían treinta segundos. 

"Deberíamos regresar." Calum dijo, señalando el tiempo en el reloj. 

Harley asintió lentamente. 

Calum se acercó lentamente y cerró sus ojos, sintiendo como su corazón revoloteaba. Presionó sus labios en su frente, jurando que haría todo lo posible para que volviera a la normalidad. Inclusive si estaban relacionados por sangre, necesitaba ayudarla. 

Tomó sus manos y la trajo de vuelta a la realidad, donde ella volvía a ser la chica que estaba enamorada de Jack. Pero esta vez... en un lugar profundo en sus ojos azules había un pequeño destello de reconocimiento por un segundo. Y en se segundo, Calum pudo ver que ella estaba confiaba en él para poder ayudarla. 

Harley tenía una esperanza en él. 

Calum se dirigió hacia el balcón y bajó por los vides que estaban pegados a la casa. Caminó hacia su auto que estaba estacionado en la calle y se subió. Calum llegó a casa esa noche con la determinación de traerla de vuelta. 

Es como si ella estuviera perdida en ese vasto laberinto en su cerebro, y todo lo que él tenía que hacer era decifrar el camino más fácil para encontrarla.