man in the mirror {serie} | (versión español)

[ 17 ] 2014

"Inclusive si quisiera, ¿qué podría hacer en la cama con un chico inconsciente?" 

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Ashton y Michael sacaron a Calum casi arrastrándolo del océano frío bajo el muelle, dejándolo en la arena, lejos del alcance de la marea creciente. Harley siguió a los chicos y se arrodilló al lado de Calum. Sus manos temblorosas tocaron su rostro tranquilo una vez más, para asegurarse de que realmente estuviera ahí, que en realidad era Calum. Sus ojos oscuros estaban cerrados, sus labios levemente separados, su cabello oscuro mojado por el esfuerzo que tuvieron que hacer los otros dos chicos para salvarlo. En sus muñecas habían líneas rojas por el crisantemo que se encontraba en las cuerdas al hacer contacto con su piel. 

Harley se acercó y apoyó su oreja en su pecho, intentando escuchar un latido. 

Un suspiro de alivio se escapó de sus labios al encontrar uno. "Está respirando." Les informó a los otros, observándolos con ojos azules esperanzadores al alejarse de Calum. Y murmurando más hacia ella que para Calum, dijo, "Gracias a Dios que estás vivo."

Michael se puso a un lado mientras Harley lo examinaba, su celular pegado a su oreja. Probablemente le estaba informado a los otros que la búsqueda ha terminado y de que Calum estaba vivo. El otro grupo volvería a estar con ellos y así podrían abandonar Brisbane. Pero había otro problema en sus manos. No podían llevar a Calum a Sídney así como así. Probablemente debían llevarlo a un hospital y dejar que un profesional examine el daño. 

Harley notó que su pecho a penas se levantaba y bajaba, indicando que respiraba con dificultad y que sus pulmones no estaban recibiendo el oxígeno suficiente. 

El otro grupo los encontró minutos más tarde. A demás de Harley, Niall y Andrea parecían ser las otras dos personas más preocupadas por la salud de Calum. Lo han conocido por bastante tiempo y han sido amigos por años. Harley sabía que los shifters eran fieles a sus amigos, es por eso que Niall y Andrea habían estado tan dispuestos a encontrarlo. 

Con la ayuda de Niall y Ashton, subieron a Calum al furgón de color blanco que estaba en el casi vacío estacionamiento. El grupo de adolescentes y Arthur estaban aliviados de que la mayoría de los autos se hubieran ido del estacionamiento. El sol ya se había escondido y la mayoría de las personas ya se habían ido a sus casas. Sabían que iba a parecer sospechoso si los veían cargar a un chico inconsciente y no querían que la atención se concentrara en ellos. 

Esta vez, Michael se sentó al lado de Arthur, aunque un poco reacio. El líder de los cazadores estaba a punto de ganarse a su hija con toda la ayuda que proveo para rescatar a Calum. Para Michael, iba a ser un poco más difícil, ya que él no tenía intenciones de acercarse. Michael mantenía una muralla alta; iba a tomar tiempo derivarla. Solamente había aceptado el asiento del copiloto porque su media hermana quería sentarse junto a Calum. Harley había tomado el asiento trasero, en el cual cabían tres personas. Se sentó en el lugar más alejado de la puerta. Niall, junto a Ashton, dejaron a Calum acostado a su lado, con su cabeza en su regazo. El resto se sentó en los asientos disponibles. 

En lugar de llevarlos al aeropuerto con un chico inconsciente, Arthur los llevó a un hotel cercano. Al estar en el estacionamiento del hotel, apagó el motor y se dio vuelta en su asiento para observar a los adolescentes. Suspirando, comenzó a decir, "No podemos llevar a este chico a Sídney en la forma en que está. Necesitamos que ingrese a un hospital o algo. Pero todos ustedes no se pueden quedar o su escuela va a encontrar altamente sospechoso que decidieran faltar el mismo día. El resto va a tener que regresar a casa."

Harley pensó que estaba en lo cierto. Había escuchado historias de Cindy de que St. Genevieve se tomaba sus políticas de asistencia en serio. Cindy le dijo a Billy y a Harley que una vez, no fue a la escuela por una semana por ir a Estados Unidos con su familia. Al regresar, le dijeron que un trabajador de la escuela se había estacionado en las afueras de su casa por una semana para asegurarse de que se encontraba enferma como había dicho.