PELIRROJO EN LLAMAS (Homosexual) TERCERA TEMPORADA

49. Todo lo que pidas se hara

Iba a actualizar el domingo pero leí que BrendaBasualdo5 está de cumpleaños así que no quería solo desearle los mejores deseos en su día si no recordarle que no está sola y a veces la gente a nuestro alrededor es una mierda pero recuerda que exiten una persona aquí (osea yo 🥺) que te adora y te aprecia así que ánimo no dejes que los demás dañen tu celebración de un año más de vida.

Así que sin más dejenle aquí mensajes de ánimo y de felicidad a BrendaBasualdo5 que hoy este capítulo es de ella, este es mi regalo de cumpleaños así que ánimo preciosa 💗

- Creo que hoy hicimos algo bueno, ese chico cuando despierte va a sentir que cumplió su sueño al conocer a su ídolo- expuse mientras me colocaba el cinturón de seguridad del asiento.

Vamos camino a la casa y al final decidimos dejar al narizón con Dominik porque Damiano e Isis no contestaban los mensajes.

- Es preocupante su estado, se nota que algo no está bien con su vida y se ve que es algo muy serio note cosas muy raras, me recuerda a alguien que conocí- admitió mirando a la carretera pensativa.

Me dio curiosidad la forma en la que cambio expresión tan rápido.

- ¿Me puedes contar?- pregunté tratando de sonar insistente.

Este suspiro y siguió mirando a la carretera.

- Tenía problemas serios para controlarme cuando estaba enojado, simplemente en cierto momento de mi vida me junte con la gente equivocada y cometí errores y uno de los más grandes fue dejar en coma a un chico que estaba acosando a Analía, ese chico estaba muy mal de la cabeza, la seguía a todos lado y hasta tomaba fotos de ella en su casa y cuarto- apretó el volante con rabia- Ella no quería contarle a sus padres porque ya estaban pasando por muchos problemas por culpa de rumores que habían esparcido los padres de Zerek, ella realmente la estaba pasando mal y me dolía verla fingir que era fuerte y todo estaba bien cuando el imbécil de Zerek la destrozaba y un tipo enfermo no paraba de acosarla así que un día simplemente todo se acumuló y comencé a golpear al acosador de Analía...-se detuvo.

Se quedó en silencio por varios segundos respirando y pensando. Quería disculparme por hacerlo hablar de algo que lo incomodaba tanto, pero no salían las palabras de mi boca.

- Lo golpee tan fuerte que cause lecciones en su cerebro que hicieron imposible que él regresara a ser el mismo, estuvo en coma durante dos semanas y luego despertó, pero ya nada era igual para él porque por mi culpa están está vegetativo- me confesó con un tono de voz que me hizo sentir preocupado.

Nunca imaginé que harías algo así porque eres muy tranquilo y la violencia nunca ha sido una opción para ti, pero...no me importa tu pasado cuando sé lo mucho que te has esforzado para ser una mejor persona.

- No es tu culpa, él estaba acosando a tu amiga y tú simplemente...- me interrumpió.

-Lo es, porque ese chico nunca estuvo acosando a Analía, él necesitaba dinero porque su familia tenía muchos problemas económicos, así que acepto dinero del padre de Zerek para vigilar que Analía no buscará a Zerek... él no merecía lo que yo le hice- admitió tratando de no desbordarse.

En definitiva la familia de Zerek es una escoria que guarda solo basura, un violador, machista y asesinos en verdad son un asco de gente. Los detesto aún más ahora por hacer sentir culpable a Connor.

- Tú no sabías, no había modo, no es tu culpa y si tal vez debiste controlarte ese fue tu error, pero te hago una pregunta ¿Has vuelto a cometer el error?- le pregunté.

Este me miró por primera vez en todo el trayecto, sus ojos grises estaban un poco cristalizados.

- Nunca, desde de lo sucedido mis padres se encargaron de pagarle a la familia por su silencio y luego se supo lo de orientación sexual así que todo fue un caos, pero entendí que tenía que buscar ayuda y mi hermano me hizo ver a un terapeuta durante todo el tiempo de mi carrera universitaria y aprendí a sanar muchas cosas dentro de mí por esa razón cuando me dijiste que necesitas ayuda te entendí por qué ya yo estuve una vez en tus zapatos- dijo mientras detenía el auto porque el semáforo estaba en rojo.

Una idea pasó por mi cabeza de repente y no pensé ni dos veces antes de decirla.

- Cuando te enteraste de que Benjamín te había mentido y que se había acercado a ti por dinero... ¿Eso te hizo recordar a ese chico y por eso te viniste abajo?- pregunté.

Este no movió el auto aunque estuviera en verde y me miró, por suerte no había autos cerca.

- Si, todos los recuerdos comenzaron a volver y sentía que no podía hablar de ello porque tenía miedo de ser juzgado porque a ustedes les gustaba el Connor perfecto que es amable y que no tiene problema, y cuando la cague con Agus me trataron de una forma que me hizo sentir miedo porque sentía que si les contaba mi pasado me odiarían y se alejarían de mí- me confesó.

Me quite el cinturón de seguridad y lo abrace muy fuerte, no quiero que más nunca se sienta así.

- ¡Por Dios Connor nadie en este maldito mundo es perfecto! Todos nos equivocamos en algún momento, así que no te atrevas a sentirte así nunca más- le pedí abrazándolo muy fuerte- A la mierda Tarik, Zac, Blas y todos lo que te hagan sentir que no vales por tus errores, yo veo que estás intentando cambiar y amo eso...me gustas tú, no por lo que aparentar sino por lo que eres, un hombre que se levanta y enfrenta sus errores, que ayuda a los demás sin importar nada a cambio... ¡Mierda me gusta, carajo!- grité frustrado.

Me sentía enojado con mis amigos y hasta conmigo mismo porque hasta yo lo juzgue en cierto momento.

- Tú también me gustas- dijo alejándome un poco para mirarme, nuestros rostros estaban cerca y él aprovecho esto para acariciar mi nariz con ternura- Gracias por no alejarme luego de saber que soy un imbécil-expuso avergonzado.

Imbécil los demás por no entender que nada en la vida es fácil todos pasamos por mierda y no es justo que nos señalen cuando estamos intentando cambiar.

- Para tu suerte soy rehabilitador de imbécil- sonreí sintiendo sus labios rozar con los míos.

Me gusta y eso me aterra.

- Cuando sonríes así, siento que no puedo controlarme- admitió alejándome- Colócate el cinturón que cuando lleguemos a la casa no vamos a dormir- afirmó esto último emocionado.

Coloque mi mano en el volante para impedir que comenzará a conducir.

- Quiero hacerlo en tu consultorio- admití con malicia.

Este me miró sorprendido, pero no se negó, se acercó a mi rostro y cuando pensé que me iba a besar me puso el cinturón de seguridad.

- Todo lo que pidas se hará- susurro antes de comenzar a conducir.