PELIRROJO EN LLAMAS (Homosexual) TERCERA TEMPORADA

62. No estoy bien (Maratón 5/5)

Jacob

- ¿Entiende? Todos quieren que esté destruido por lo que pasó, pero ni siguiera me acuerdo, digo hay muchas vainas que me afectan y ni acepto porque no quiero verme débil, pero en serio ahora no siento nada sobre eso que paso- admití frustrado.

Mi psicóloga comenzó anotar algo en su cuaderno y me dio más ansiedad eso. Decidí contarle lo que había pasado con Isis y luego la presión de mis amigos.

- ¿Y con respecto a lo de tu padrastro que sientes?- pregunto.

Suspiré, me levanté de la silla en la que estaba y la mire a los ojos.

- ¿Qué siento? Que quiero dejar de centrarme en el pasado o en lo malo que me pasa, quiero vivir mi vida buscar que me gusta y vivir momentos agradables no rallarme la cabeza recordando una y otra vez cosas que solo me hacen daño- exclamé lleno de molestia.

Quiero olvidarme de lo malo.

- Como tu psicóloga te diré que ese no es el camino correcto porque únicamente estás ignorando tus problemas porque tienes miedo de enfrentarlo, sin embargo, quiero que te sientas tranquilo que yo iré al paso que tú me lo permitas así que si aún no estás listo para hablar de lo que pasó esa noche realmente con Isis está bien, si no quieres hablar de tu niñez o de tu padrastro también está bien- me tranquilizó.

Quería escuchar eso, en parte eso me hacía sentir comprendido porque aún no estoy listo.

- ¿Entonces que hago ahora?- pregunté.

La psicóloga se levantó y busco cosas en la estantería que tenía detrás, antes de colocar folletos en su escritorio.

- Estos son folletos sobre carreras, profesiones y cursos, si quieres empezar por algo yo diría que des el paso e intenté mirar que es lo que te gusta-me animó.

Cogí los folletos de su escritorio y asentí todo nervioso.

- Eso haré ¿Nos vemos la otra semana?- pregunté.

Ella negó lo cual me asustó.

- La otra semana no tendrás citas conmigo, no quiero que crees una dependencia hacia esta consultas así que la semana que viene estás libre de consulta- me informo.

Yo no soy dependiente a las consultas.

- Como digas- dije sin intereses.

Salí del consultorio y me fui directamente a la casa a descansar, no tenía ganas de hacer nada hoy así que sin más me envolví con la enorme sábana y cerré los ojos hasta quedarme completamente dormido.

Me levanté a media noche asustado, lleno de sudor y con el estómago revuelto. Mire a mi alrededor y me dio más terror estar una casa tan vacía que los recuerdos que comenzaban a llegar a mi cabeza.

Yo no quería beber esa noche, yo no tomo, pero ella no deja insistir que lo hiciera. Me negué y ella trajo una botella de agua y me la ofreció y no dude de la confiabilidad de esta y la tomé... ella me había engañado y me sentía molesto porque de alguna forma pensé que más nadie podía hacerme daño.

-No quiero- susurré mientras me abrazaba a mi mismo deseado que la sensación de sus manos desaparecieran.

No he dejado de soñar lo que pasó después de esa noche, los recuerdos han venido por pedazos destruyéndome de una manera que no soy capaz de explicar.

Ella me tocó, yo no tenía fuerza por más que tratará alejarla ella parecía tener el control, esa sonrisa de felicidad en su boca es algo que no puedo sacar de mi mente.

- ¡Basta!- grité agarrando mi cabeza tratando de que todo parará.

Las lágrimas salía de mis ojos y no lo podía evitar, sentía que mi pecho dolía y que estaba cansado, agotado de fingir que soy fuerte cuando no dejo de pensar en lo que mi padrastro me hacía, en el poco amor que me tenía mi madre y lo manipulable que puedo ser.