c u a t r o

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—¡Gané! —exclamó Sirius levantando los brazos.

Ava rodó los ojos, eso significaba que debía contarle un secreto a Black.

Habían inventado un juego donde formaban un círculo con las manos y el otro debía insertar una pequeña piedra en éste, una especie de Quidditch sin escobas y en prisión. Como no podían apostar nada, habían decidido que el perdedor debía contarle un secreto al ganador, si era un buen secreto, no había que añadir nada más; en cambio, si el secreto no complacía al ganador, éste podía preguntar cualquier cosa que deseara saber.

—Bien, Ava Malfoy, cuéntame —se burló Sirius, acomodándose en la celda y quedando recargado en la pared del fondo.

La chica bufó.

—Deja de enfurruñarte, ya eres mayorcita —Ava lo miró mal y Black sonrió—. Te escucho.

Malfoy lo pensó por un momento, ¿qué podía decirle a Black? No es que llevara una vida muy interesante, ni tampoco tenía mucho de lo que alardear. Sirius era el de los secretos, no ella.

—Recuerda que si tardas más de tres minutos te haré una pregunta.

Ava suspiró.

—Una vez salí con Remus.

Sirius frunció el ceño.

—¿Quién es Remus?

—Remus Lupin, tu amigo —respondió Ava, obvia.

Black la miró sin saber qué decir, al menos el secreto había sido bueno. Ava imaginó lo que estaba pensando, habían acordado no decírselo a nadie, ni siquiera a los Merodeadores. Además, sólo había sido una vez, simplemente se habían sentado frente al lago y conversado mientras el resto de los alumnos estaban en Hogsmade. Lupin era bastante agradable y todo un caballero.

—¿Eso significa que él y tú...? —preguntó Sirius incrédulo.

—Por Merlín, Black, no todo se trata de eso. Simplemente conversamos.

—Y el traidor nunca nos lo contó —masculló.

Ava rió.

—¿Por qué será?

—Sigo procesándolo —habló el chico sin poder dejar de mirarla, tanto que Ava comenzó a sentirse incómoda—. Bueno, eres guapa, eso lo entiendo, quizá no ahora pero solías serlo.

La rubia bufó.

—Podría decir lo mismo sobre ti.

—No hace falta la agresión —se quejó Sirius—. ¿Por qué saliste con Remus?

—Ya te conté un secreto, así no son las reglas.

Sirius rodó los ojos.

—Si me respondes esa pregunta, responderé lo que tú quieras.

Ava lo pensó por un momento, lo que ella quisiera... ¿Qué quería saber de Black? Nunca lo había considerado, no es que le importara mucho la vida de Sirius Black, por no decir nada. Sólo conversaban porque no tenían otra opción, pero Ava estaba segura que si salían de ahí, Sirius no volvería a hablarle y ella tampoco a él. ¿Cómo decían? ¿Desconocidos con un recuerdo en común? Y a eso no se le podía decir recuerdo, no cuando haría hasta lo imposible por olvidarlo.

—No es que me interese conocerte —respondió encogiéndose de hombros.

—No lo dices en serio, Malfoy, sólo piénsalo, podrías saber cualquier cosa de mí.

—Eres un libro abierto.

Sirius la miró ofendido.

—Por supuesto que no, soy bastante misterioso.

Ava rió.

—Por favor, Black, eres un adolescente caliente con problemas de soberbia.

El chico puso los ojos en blanco y Ava sonrió, sabía que lo que estaba detrás de esa fachada de Sirius era dolor.

—¿Y ni siquiera harás el esfuerzo de saber si hay algo más?

La rubia se encogió de hombros.

—Salí con Remus porque ambos éramos prefectos y solíamos pasar bastante tiempo juntos. Fuimos buenos amigos por un tiempo.

Sirius la miraba intrigado, esperando a que continuara la historia.

—¿Y luego qué pasó?

—Se alejó.

Sirius encarnó la ceja.

—Nunca dije que fuera una buena historia —respondió la rubia con una mueca.

Black sonrió levemente, Ava estaba evadiendo el tema, y sólo había una razón por la cual lo hacía: le importaba.

azkaban || sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora