—¿Qué haces aquí? —preguntó Black en cuanto la reunión hubo terminado y todos habían salido del comedor.
Ava sonrió cínica.
—Como te lo dije antes, Black, no veo por qué te incumbe lo que yo haga o no haga.
Sirius respiró con fuerza.
—Estás en mi casa entonces sí, sí es de mi incumbencia —la rubia rió sin ganas.
—Ya te lo dije, Dumbledore me invitó a su organización. Y, para como están las cosas, necesitan toda la ayuda posible.
Black rodó los ojos.
—No te sientas tan indispensable, rubia.
—No lo hago.
Salió del comedor conteniéndose de dar un portazo, no podía creer que después de todo Sirius continuara comportándose como un idiota; sabía que el hombre no le iba a pedir perdón ni mucho menos suplicar pero podía ser cordial e intentar llevarlo en paz, no era necesario agredirla con sus preguntas, menos con ese tono de voz.
Ava sonrió levemente al ver que Remus la esperaba cerca de las escaleras.
—Ava Malfoy —dijo a manera de saludo, esbozando una sonrisa.
—¿Cómo estás? —preguntó la mujer, dejando que el hombre la abrazara.
Disfrutó del abrazo que duró apenas unos segundos, le gustaba saber que tenía un amigo.
—Eso debería de preguntarte yo. ¿Cómo te sientes? —preguntó el licántropo.
Ava se encogió de hombros.
—La verdad es que no lo sé —suspiró—. Han sido demasiadas cosas qué procesar —Remus asintió.
—Si te sirve de consuelo, creo que todos estamos igual —sonrió a medias—, como puedes ver, las vidas de todos están de cabeza.
La rubia rió sin ganas.
—Y qué lo digas. Quizá no estoy tan mal después de todo —Remus sonrió y la mujer lo imitó.
Se quedaron en silencio unos segundos, sin saber qué decir para romperlo.
—Sé que no es de mi incumbencia pero... ¿has hablado con Sirius? —se atrevió a preguntar Remus.
Ava negó con la cabeza.
—No es que Sirius se preste para hablar —masculló.
Remus asintió, dándole un leve apretón en la mano a lo que la rubia intentó esbozar una sonrisa, apenas le salió una mueca.
—¿Remus? —preguntó una voz a sus espaldas: Nymphadora Tonks, sobrina de su hermano.
Ava le sonrió levemente a la chica, quien ni siquiera la miró, su furiosa mirada estaba posada en Lupin.
—Oh, Tonks, ella es Ava, Ava ella es Tonks —la rubia asintió, recibiendo una mirada de odio por parte de la chica.
—Un placer —murmuró Ava, sabiendo lo incómoda que se estaba volviendo la situación.
—Éramos compañeros cuando estudiábamos en Hogwarts —explicó, a lo que Tonks simplemente asintió.
—Debemos irnos —dijo simplemente la bruja, mirando de reojo a Ava.
La rubia sonrió levemente al ver que el cabello de Tonks se había vuelto rojo del enojo. Por Merlín, sus celos no podían estar más alejados de la realidad. Si tan sólo supiera lo mucho que sufría por Sirius y lo indiferente que le era Remus en ese sentido, eran amigos.
—Te veré pronto —le sonrió el licántropo, ignorando la actitud de la metamorfomaga.
—Cuenta con eso. Nos vemos, Tonks —se despidió la rubia, sabiendo que la Hufflepuff no le respondería.
Vio a la pareja alejarse y respiró con fuerza, ¿cómo es que su vida había acabado siendo un drama adolescente? El hombre que quería no podía siquiera pedirle una disculpa, la novia de su único amigo la detestaba y sólo era ella contra el mundo. Merlín, qué ridículo sonaba de sólo pensarlo, no quería tener que decirlo en voz alta, sería aún peor.
Fue la última en salir de la casa, después de despedirse de Kreacher, el elfo doméstico de los Black. El elfo estaba radiante de verla, finalmente había una sangre pura a la cual servir que no fuera el molesto Sirius. Kreacher insistió en acompañarla a la puerta y le pidió —suplicó— que viniera más seguido, que él se encargaría de atenderla y sentarla lejos de los "traidores" a la sangre. Ava simplemente asintió con media sonrisa, sabía que Kreacher sólo repetía lo que le habían enseñado a creer.
—Eres la primera persona con la que he visto que es amable —escuchó decir a Sirius cuando ya estaba en el umbral de la puerta.
—Deberías aprendérselo —masculló la rubia, antes de cerrar de un portazo.
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azkaban || sirius black
FanficNo pensaban que volverían a verse... mucho menos en Azkaban.