t r e i n t a y t r e s

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Ava miró a Sirius boquiabierta, sin poder creer lo que el hombre acababa de decir, ¿Sirius Black la amaba? Su cerebro apenas comenzaba a procesar lo que Black había dicho cuando los labios del Gryffindor se encontraron con los suyos. Le hubiera gustado decir que era un beso tierno donde Sirius le demostraba lo mucho que la amaba pero sería mentir, el beso estaba cargado de desesperación y deseo, las manos de Black la tomaban con fuerza por la cadera mientras ella se aferraba a su cuello, permitiendo que el hombre pasara la lengua por sus labios haciéndola suspirar.

Gimió levemente cuando Sirius bajó las manos a su trasero, pegándola más a él. Podía sentir el corazón de Black latiendo con fuerza contra el suyo, las largas manos del hombre tocándola, sus labios sobre los suyos... En ese momento no podía pensar en nada más, poco importaba si se estaba controlando o no, si ya había perdonado a Sirius o no, si quería estar con él o no: todo había desaparecido.

Dejó que Sirius la acorralara contra la pared, permitiéndole que le besara el cuello mientras ahogaba un suspiro.

—Merlín, Malfoy, no sabes cuánto te deseo —murmuró el mago contra su oído, haciendo que un escalofrío la recorriera.

—Puedo darme una idea —se burló la rubia, mirándolo de reojo.

—Odio esta vida de hombre —se quejó Black, haciéndola reír.

Ava lo tomó de la mano, guiándolo al sillón y sentándose a horcajadas sobre él.

Lo besó suavemente, permitiéndose disfrutar del contacto. Los labios de Black se movían con tranquilidad sobre los suyos mientras la abrazaba contra él. Deseó que ese momento fuera eterno, que al alejarse no existiera la interrogante de qué hacer, que no hubiera una guerra, que solamente existieran ellos en el mundo...

—No digas nada —murmuró Sirius contra su boca cuando Ava comenzó a alejarse.

—Tengo qué —dijo con cierta pesadez.

Black la miró expectante, aún sosteniéndola por la cadera.

—No quiero empezar así —habló al cabo de unos segundos—. No quiero que continúe siendo así, estoy cansada de discutir y discutir y que ambos tengamos un carácter tan chocante —suspiró—. Y necesito saber qué quieres Black porque puedes amarme mucho pero yo no sé qué significa eso para ti.

Sirius sonrió levemente, acariciándole el rostro.

—Que quiero estar contigo, rubia, eso significa.

La Slytherin no pudo evitar sonreír, sabiendo que ella también lo deseaba. Sin embargo, seguía existiendo esa voz en su cabeza que no paraba de canturrear que Black la había abandonado, repitiendo la escena una y otra vez. Intentó callarla sin éxito.

—Yo también quiero estar contigo.

—¿Entonces? ¿Por qué te detienes tanto?

Lo pensó antes de contestar, era cierto que estaba sentada sobre el hombre al cual estaba reacia a perdonar, lo cual era bastante hipócrita pero no se culpaba, con ese cuerpo quién no se le sentaría encima.

—Me da miedo —acabó por admitir.

—¿Que vuelva a irme? —Ava asintió, luchando contra el nudo en la garganta—. Sé que fui un estúpido, de verdad fui el más grande de los idiotas... soy —se corrigió—. Y sé que mereces algo mucho mejor que yo, Merlín, Ava, mereces todo lo bueno que existe y estoy consciente que soy todo lo contrario —suspiró—. Sé que no tengo ningún derecho de pedirte nada, que tampoco podría molestarme contigo si decides alejarte de mí, no puedo reclamarte nada... Y tampoco quiero prometerte el mundo entero porque sé que no puedo dártelo —hizo una pausa y Ava sintió cómo su corazón se encogía al ver que los ojos de Sirius se llenaban de lágrimas—. No soy tu mejor opción, Ava, probablemente soy la decisión más errónea que podrías tomar, sin embargo, me encantaría que lo hicieras. Daría lo que fuera por una segunda oportunidad, y sé lo mal que está que te lo pida pero no me importa, no me importa nada que no sea estar contigo. Me odio todos los días por lo que hice, no lo valía, ¿sabes? Lo único que vale la pena en todo esto eres tú, estar contigo y no pude dejar mi enojo a un lado, tampoco mi orgullo y me odio por ello. Lo siento tanto, rubia, en verdad... Quiero estar contigo, quiero verte todos los días y besarte durante horas, quiero que todos sepan que eres mía y que soy tuyo, quiero amarte hasta que duela y que ruedes los ojos cada vez que digo algo que no te gusta —sonrió levemente—. Quiero todo contigo, Ava, y no te diré que no seré un idiota porque sí lo soy y seguramente te pondré rabiosa al menos dos veces por semana... —sonrió—, pero prometo hacer hasta lo imposible por hacerte feliz.

La rubia esbozó una leve sonrisa y permitió que Sirius le limpiara las lágrimas con los pulgares.

—Es la primera vez que digo algo como eso y no sé qué hacer después —reconoció Black, haciéndola reír.

—Se lo preguntas a la persona equivocada.

—Todo lo contrario, algo debes esperar de mí en este momento.

Ava encarnó una ceja.

—¿Sabes? Siempre quise saber si los rumores eran ciertos.

—¿Cuáles?

—Sobre ti y tus... habilidades, digamos.

Sirius sonrió de oreja a oreja.

—Espero estar a la altura.

—Yo también lo espero, o tendré que buscar otro roomie.

Black rodó los ojos, haciéndola reír.

—Estoy bromeando, Black —sonrió, acercándose a sus labios.

—Mentiría si te digo que no me encantan los retos —murmuró Sirius, antes de volver a besarla.



¡Hola! Vuelvo a disculparme con la tardanza :( ya casi salgo de vacaciones y podré actualizar más seguido, estamos muy cerca del final :) espero les guste, muchas gracias por su paciencia<33.

azkaban || sirius blackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora