— Hoy he soñado contigo.
Draco sonrió inevitablemente cuando esas palabras se escaparon de los labios de la dulce hufflepuff que dormía entre sus brazos. Llevaba horas despierto, contemplando a la chica de la que, contra todo pronóstico, se había enamorado por completo; a la chica por la que se había enfrentado a su familia y, por primera vez, era libre.
— ¿Sí? ¿y qué hacíamos?
La castaña, aún apoyada en su pecho, alzó la mirada encontrándose con unos profundos ojos grises. — Creo que ser felices. — murmuró cerrando nuevamente los ojos.
— Yo ya soy feliz. — suspiró Draco perdiéndose de nuevo en el firmamento de pecas que decoraban sutilmente la nariz de la joven. — Tú me haces feliz.
Birdie intentó disimular su molestia al escuchar aquello, ella no quería eso. No quería que la felicidad de Draco dependiese de ella, deseaba que él pudiese ser feliz solo para poder ser felices juntos. Sabía que estaba pasando por algo complicado; por culpa suya había huido de su hogar y todo lo que le resultaba conocido, estaba luchando contra sus prejuicios y creencias por ella, no era el momento para reprocharle aquello; mucho menos sabiendo que entonces ella era lo único estable de su vida.
— Yo también soy feliz contigo.
— ¿Cuanto crees que nos quedaremos aquí?
Llevaban una semana en la casa de Bill y Fleur, Ron aún no terminaba de confiar en Draco así que no dejaba participar en la pareja en nada relacionado con Voldemort. Claro que Draco no se quejaba, podía concentrarse en pasar tiempo con Birdie y olvidarse de esa marca, que solo de pensar en ella le ardía.
— ¿Estás bien? ¿Te duele? — preguntó alarmada Birdie al ver la mueca de dolor del rubio.
— Sí, solo es... ya sabes. — murmuró avergonzado. — ¿Sabías que Dobby me cuidaba cuando era niño?
La hufflepuff se incorporó en la cama para estar a la altura del rostro de él. — No me cambies de tema, Draco. No tienes nada de lo que avergonzarte.
— Gracias por dormir conmigo, me ayuda a conciliar el sueño. — confesó él. — Sé que ni siquiera hemos empezado a salir como se debe y ya soy una carga, pero cuando me quedo solo y la veo me arde, me inundan los malos recuerdos y yo, solo quiero arrancarme esa marca del brazo.
Birdie sonrió debilmente — ¿A si que quieres salir conmigo?— bromeó — Draco, no eres ninguna carga, en serio. Deberías ser menos duro contigo mismo... nada de eso fue elección tuya.
— Mi tía te torturó durante minutos delante mio y no hice nada. — murmuró mirando la marca grabada en el brazo de la castaña. "Goddess" estaba marcada, no era nada ofensivo, pero era una identificación que solo le ponía en peligro. El señor oscuro quería encontrar a las descendientes de las antiguas hechiceras y, por suerte o por desgracia, su chica era una de ellas.
— Siento no habértelo dicho.— ante la mirada confusa de Draco, continuó— Me gustabas y no quería que si te contaba algo de mis poderes pensases que quería hechizarte o algo. Yo... puedo ver las almas gemelas de los demás, lo que los muggles llaman el hilo rojo. Puedo "verlo" y modificarlo.
— ¿Verlo?
— Sentirlo, en realidad. Es como oir dos melodías y saber que una es el principio de la otra, que están conectadas... es raro.
— Tú eres rara. — le molestó — Solo bromeo, eres simplemente fascinante.
— Gracias. — murmuró sonrojada.
— ¿Yo como sueno? ¿Es rock? No me digas que es una canción de Celestina Warbeck.
— Antes ínvitame a un primera cita.
(N/A: tras tanto tiempo llega lo prometido. Solo quedan tres capítulos por publicarse, lo cual será mañana 21 de septiembre. Muchísimas gracias por todo el apoyo que le habéis dado a esta historia, ha sido abrumador. ¡Wattpad me ha notificado de que estamos a poco de poder presentar esta historia a los wattys 2021! Solo queda terminarla. Espero que el final cumpla las expectativas de todos.❤)
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Freya | Draco Malfoy
FanfictionFreya: la diosa del amor y la belleza. Los muggles griegos erróneamente la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un ún...