Freya: la diosa del amor y la belleza. Los muggles griegos erróneamente la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un ún...
Aquel domingo se habían despertado a las siete de la mañana, habían quedado en desayunar con Hermione Granger e ir a la boutique de hogsmade para ayudarla a elegir un vestido para la fiesta de navidad de slughorn, el cual también usaría para la boda del mayor de los Weasley. Birdie aceptó sin dudarlo, ella también necesitaba un vestido, pues no solo iría con Draco a la fiesta en menos de una semana, sino que había sido invitada a la boda por Fleur y Eira Delacour.
— Porque necesito un vestido y porque Hermione nos ha pedido ayuda.— contestó tirando de su mejor amiga, la morena iba durmiéndose por los pasillos de camino al gran comedor, eran de las primeras en bajar.
— Ah, es cierto...— suspiró apoyándose en el hombro de la castaña— ¿No podía ser más tarde? Tengo mis derechos.
— No seas exagerada.— rió negando— Hermione tenía que estudiar por la tarde y ya sabes como se pone esa tienda cuando hay rebajas.
Scarlett fingió un escalofrío dramatizando la situación, las rebajas pasadas ambas habían salido de la tienda con las manos vacías y varios moratones por ser empujadas.— Ahora entiendo todo.— dijo entrando al comedor, donde una sonriente gryffindor les esperaba lista.
Una hora después, las tres ya se encontraban en el interior de la pequeña tienda. La primera en probarse un vestido fue Hermione, ya llevaba cinco.
— Eso es horrible.— negó Scarlett mirando a otro lado— Otro, otro.
— Podemos encontrar uno más lindo...— dijo Birdie tratando de suavizarlo.
— Esto es ridículo— suspiró cansada— Nunca podré verme linda.— bajó la mirada.
— Ey, ey. Nada de eso, preciosa.— La morena se puso en pie tomándola por los hombros— Mirada arriba y siempre segura de ti misma, eres hermosa, cielo. Y encontraremos vestidos para ambas, esto de que busquéis algo para sorprender al idiota de Weasley y mi estúpido casi hermano es ridículo.— cuando ellas fueron a negarlo les interrumpió— Ridículo. Debéis buscar un vestido con el que os sintáis unas diosas.
— ¿Y si probamos con otro color?— sonrió levemente la gryffindor.
Media hora después Hermione ya tenía un vestido, cuando entró de vuelta al probador Birdie y Scarlett hicieron su minibaile de la victoria, ambas sabían a lo que se enfrentaban cuando aceptaron a ayudar a Hermione, había encontrado pegas a al menos quince vestidos.
Entonces fue el turno de Birdie, no le gustaba probarse vestidos, prefería comprar chocolate. Cuando la castaña salió con el primer vestido puesto casi grita del susto al ser tomada por el brazo y apartada hacia un lugar.
— No grites, Birds.— rió tapándole la boca.
— ¿Draco?
— Este me gusta, es lindo.
— ¿Qué haces aquí?— preguntó en un murmuro algo nerviosa por la cercanía del rubio, aún no habían hablado de lo que pasó durante la clase de pociones una semana atrás.
— Ver de que color deberá ser mi corbata.— bromeó— Avísame cuando lo sepas, por cierto... estás preciosa.— sonrió de lado y posó una mano en la mejilla dela hufflepuff besando su otra mejilla antes de soltarla.— Debo irme, Zabini necesitaba ayuda.
— A-Adiós.— logró decir mirándole totalmente sonrojada. ¿Había ido hasta ahí solo para eso? Ese chico sí que sabía sorprenderla.
— Ah y te he visto hace un momento, bailas de pena.— se burló.
— ¡Al menos mejor que tú!
Al final del día las tres se fueron de vuelta a hogwarts, el día de compras fue un éxito.
