En cuanto Draco salió a los jardines y se encontró con tanta muerte y destrucción se arrepintió inmediatamente de haber dejado a Birdie sola, de haberse alejado de ella por una estúpida pelea, de la cual en el fondo sabía que él no tenía la razón. Se había dejado consumir por el miedo, el miedo a perderla le había cegado. Birdie tenía razón, estaba siendo egoísta, ella era fuerte y podía luchar; y él, debía hacerlo, quería ayudar, por primera vez quería ser parte de algo bueno. No por su familia, no por Birdie, sino por lo que él creía que era bueno.
Por primera vez, Draco tomó una decisión por sus principios. Decidió quedarse a luchar contra los que una vez habían sido de su bando. Buscaría después a su chica, se disculparía y arreglaría todo; de momento, iba a demostrarse a sí mismo que podía ayudar, podía ser bueno.
Freya, en cambio, vagaba sin rumbo por el castillo; trataba de dejar sus sentimientos a un lado y centrarse en lo importante, pero nunca se le había dado demasiado bien separar razón y corazón. Derribó a un par de mortífagos en el piso superior del castillo, hasta que notó como temblaba el suelo.
— ¡Eira apártate de ahí! — gritó la hufflepuff, a la rubia quien corría en busca de Neville. — ¡Eira! — gritó nuevamente la antes de saltar sobre la francesa, apartándola hacia la escalera al ver como el suelo de la sala comenzaba a derruirse, habían tirado un muro del piso inferior, haciendo que la antigua construcción se desplomase.
— Birdie. — la francesa ahogó un grito en medio de un ataque de ansiedad, su amiga le había salvado la vida, posiblemente a costa de la suya. Comenzó entonces a correr en dirección al piso inferior.
Aquel derrumbamiento marcó un antes y un después en la batalla, el Señor Oscuro se pronunció, parecía que todo en el salón se había detenido y, en cierto modo, así fue. Todos los mortífagos se retiraron pocos segundos después de que el cuerpo de la hufflepuff cayese al suelo.
— ¡Freya! — gritó Draco al verla inmóvil en el suelo del primer piso. En ese momento su mente se inundó de la última frase que le dirigió a la joven. Las palabras "no quiero volver a verte" se grababan agonizantemente en su conciencia. No solo habían sido hirientes, también eran falsas. Claro que quería verle, sabía que ella tenía razón: no podían huir de sus vidas, de sus problemas. Pero tenía miedo, no solo a que le pasase algo en la batalla; temía que si se quedaban allí, rodeados de todas aquellas personas tan importantes para ella y con tan mala imagen sobre él, la perdería inevitablemente . Pero la había perdido sin poder hacer nada.
— No has huido. — logró murmurar con una vaga sonrisa antes empezar a cerrar lentamente los ojos.
— ¡Freya! — volvió a gritar en un sollozo el slytherin antes de dejarse caer sobre el cuerpo inerte de la joven. — Freya no me dejes. Por favor. — sollozaba aferrándose a ella. — Sí quiero volver a verte, quiero que conozcas a mi madre, despertar junto a ti como esta última semana, ver tu sonrisa cuando pasa un niño pequeño de la mano de sus padres.
Todos los alumnos que los rodeaban miraban tanto expectantes como dolidos la imagen, Birdie llenaba muchas vidas de luz: cuidaba de los niños de primer año, preparaba una tarta cada vez que alguien pasaba su cumpleaños solo, cuidaba de los que enfermaban, ayudaba como podía a aquellos que se retrasaban en la escuela y enseñó a amar a la persona que nunca había sentido lo que era el amor. En cuestión de segundos la pérdida de una vida, había apagado cientos.
— ¡Dejadme pasar! Soy su mejor amiga, dejadme pasar.— sollozaba Scarlett guiando a Eira entre la multitud. — Draco, sepárate de ella. Sepárate. — repitió ante la negativa del chico. — Eira puede salvarla.
— Yo... nunca he hecho esto y, yo, yo intentaré...— trató de decir la rubia con voz entrecortada.
Cuando el rubio se separó del cuerpo de Birdie, Eira concentró todo su ser en Birdie, solo necesitaba encontrar una gota de vida, algo a lo que aferrarse para traer su vitalidad de vuelta. Pero sus signos vitales eran demasiado débiles.
— Draco, no va a volver.
El rubio ignoró la voz rota de la mediana de las hermanas Delacour, abrazándose más fuerte al cuerpo de su chica. — Tienes que vivir, Freya. Tienes que ir a buscar a tu familia. — dijo antes de depositar un dulce beso en la frente de la hufflepuff. — Tenías razón, chica hufflepuff. Como siempre, tenías toda la razón. No quiero que me hagas feliz, quiero ser feliz contigo. Por favor no me dejes, tienes tanto por vivir.
(N/A: Llevo mucho tiempo trabajando en esta historia, el 17 de agosto de 2020 publiqué la sinopsis y siempre veía el final muy lejano, ya solo estamos a un capítulo. Aún no puedo creerlo.)
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Freya | Draco Malfoy
FanfictionFreya: la diosa del amor y la belleza. Los muggles griegos erróneamente la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un ún...