Freya | Draco Malfoy

x. tarta de chocolate

Birdie había quedado con Harry y Hermione para ir a Hogsmade, al parecer Ron y Hermionr habían discutido y por eso el pelirrojo no acudiría, pero eso no parecía importarle demasiado. Draco llevaba ignorándola toda la semana y ella extrañaba su malhumor de las mañanas, que le acompañase hasta su sala común, todo.

Por otro lado, Draco había estado investigando sobre el armario evanescente. Principalmente porque no quería pensar en Birdie, sabía que debía de haber una explicación y que ella ni siquiera debía explicarle nada, porque eso eran: nada. Pero le había molestado verla con el cara rajada.

— Te extrañaba, Birdie.— admitió Hermione con su cerveza de mantequilla en la mano.— Debí escribirte durante el verano, pero estuve fuera y después, bueno, en casa de Ronald.— rodó los ojos.

— No importa. — le sonrió.

— Lo bueno es que nos hemos juntado de nuevo.— afirmó Harry—

— Por cierto, ¿sabes algo de Eira y Deméter? Creo que la que más contacto a mantenido con ellas, bueno, sin contar a Neville y los gemelos.— rió Hermione.

— No sé mucho, la última vez que hablé con Deméter estaba castigada por un mes por organizar una fiesta y Eira estaba mejor, no ha tenido más ataques.— sonrió con alivio.

— Menos mal... lo de la última prueba fue horrible.— dijo Harry sintiendo un escalofrío.

— Lo sé, parecía una pesadilla. Neville le ha ayudado mucho, me alegro por ellos.— comentó la hufflepuff.

— Sí, él es tan atento con ella.— suspiró con nostalgia la gryffindor.

Siguieron hablando sobre el curso hasta que el camarero les interrumpió.

— Tome señorita.— le entregó una porción de tarta de chocolate a Birdie, quien le miró confundida.

— Disculpe, yo no he pedido esto.

— Oh, no. Es de parte de aquel muchacho que se acaba de marchar.— indicó hacia el ventanal antes de marcharse.

Al alzar la vista, la hufflepuff se encontró con unos profundos ojos grises, en ellos había arrepentimiento. Birdie sonrió y rió internamente, era un trozo de tarta exacto al que ella había derramado sobre él ya casi dos meses atrás.

Se puso en pue— Ahora regreso, chicos. No quiero escucharte, Harry.— le advirtió antes de salir del local.

— Hola Birds.

— ¿Ahora soy Birds? No te he visto en más de una semana.— le miró cruzándose de brazos.

— Estaba molesto, fui ese día a la biblioteca como me pediste y al llegar estabas con el estúpido de San Potter.— se quejó.

— Yo no te pedí que fueras.— dijo extrañada— Además, Harry es un amigo.

— Pero si me mandaste una nota.

— Pues no fui yo.— declaró— ¿Eso es todo?— preguntó alzando una ceja.— En ese caso me voy.

Cuando la muchacha se giró la tomó suavemente de la muñeca— Te extraño.— admitió haciéndola girar para mirarle a los ojos.

— No puedes hacer esto cada vez que te molestes, entiendo que Harry y tú no os lleváis bien pero él es mi amigo.— dijo haciendo suspirar con rendición al slytherin— La próxima vez habla conmigo.— pidió con una pequeña sonrisa.

— Lo haré.

Se quedaron mirándose a los ojos durante unos instantes hasta que el rubio la tomó de la cintura y aproximó el cuerpo de la muchacha al suyo juntándolos en un abrazo.

— Eres un estúpido.— susurró entre risas.

— Que cosas más lindas me dices.— bromeó.

— ¡Bésala ya que me estoy congelando!— gritó Blaise quien esperaba junto Theo a unos metros de distancia, logrando hacer sonrojar a la castaña.

— Te ves linda sonrojada.— se burló el rubi separándose del abrazo— Vuelve con tus amigos, yo debo matar a los mios.

— N-no estoy sonrojada, es por el frío.

— Sí claro.— rió él— Disfruta la tarta, Birds. Nos vemos mañana a primera hora en pociones.

Cuando Birdie regresó al interior del local, Hermione la miró con diversión.

— Parece que tengas todo el cabello de Ginny en la cara.— rió.

— O el de Ron.— la molestó la hufflepuff haciendo reír a Harry.

— Bien jugado.— dijo recibiendo un zape por parte de su mejor amiga— ¡Hermione!—  se quejó.