Freya | Draco Malfoy

xxvi. veritaserum

Todos los de sexto y séptimo año estaban celebrando el fin de sus exámenes, en cuestión de semanas sería verano y las dos amigas se irían a Francia a visitar a Eira y Démeter, se habían vuelto muy unidas con el paso de los años. Freya estaba en la habitación de la slytherin junto a Pansy, ya todas las serpientes se habían acostumbrado a la presencia de la tejona en su la sala común, primero por la amistad con la chica Zabini y durante ese curso también por la extraña relación que tuvo con el príncipe de slytherin. Las tres bebían y bailaban en la -mini celebración- que habían organizado, entonces empezó la ronda de pociones... Scarlett guardaba un pequeño tarro de cada poción que había realizado perfectamente y las dividía en varios grupos, uno era "no peligrosas y potencialmente divertidas". Hacía unos años había descubierto la cantidad perfecta para que durase unos minutos, solo tenía que poner unas gotas diluidas en agua. Solo no tenían que ser descubiertas por ningún profesor y todo estaría bien, ¿cierto?

— Toda, Pansy.— dijo la morena entre risas.

La pelinegra bebió un pequeño vaso y Freya comenzó a reír al ver como esta primera intentaba besar a su amiga. "Estoy enamorada de ti, Scarlett." decía una y otra vez.

— ¿Amortentia?¿En serio?— rió Freya a lo que su amiga asintió.

Entonces Freya bebió un vaso y no pasó nada.— Que decepción... voy al pasillo a ver quien quiere unirse.— sentía que aquel era el lugar en el que debía estar. Cuando se asomó vio al rubio que estaba por irse a terminar de arreglar el armario cuando vio a la chica hufflepuff aparecer en el pasillo con el jersey medio caído y escuchó risas provenientes de la habitación.

— ¿Birds?— preguntó mirándola sorprendido— ¿Qué demonios pasa ahí?— se acercó a ella preocupado.

— ¡Hemos terminado el curso, hurón albino!— exclamó Scarlett emocionada.

El rubio entró cerrando la puerta tras de sí— ¿Has bebido?—preguntó viendo la pequeña botella de whisky de fuego.

— Un poquito.— respondió la hufflepuff riendo, en realidad a penas habían bebido, eran totalmente conscientes de lo que hacían. Aunque la emoción de final de curso hacía parecer que habían bebido más.

— ¡Scarlett!— dijo molesto.— No bebas más, ninguna de vosotras dos... Pansy tu haz lo que quieras. Birds, regresa a tu sala. Puede que ahora me odies pero me lo agradecerás mañana.

— ¿Porque el gran Draco Malfoy lo dice?— preguntó— No lo creo.— dijo cogiendo otro vaso y bebiéndolo de golpe.

— Amo esta versión de Freya.— rió Scarlett.

— ¿Qué te pasa?— preguntó el rubio molesto al ver a la hufflepuff beber el contenido.— ¿No ves que solo me preocupo por ti?— preguntó frustrado pasando una mano por su cabello.

— ¿Qué me pasa? Primero que quiero que me beses.— comenzó a responder— O simplemente que me hables.— suspiró mirando a otro lado— Y eso de que te preocupas por mi... Ya, claro. Llevas ignorándome e insultándome meses.— dijo acercándose a él.

— Eso no cambia nada.

— Yo sí que me preocupo por ti. Como el día de los baños peleé con Harry por ti y... ¡por Merlín casi mueres! Solo quería ver si estabas bien, pero creí que no querrías verme.

— ¿Fuiste a verme?— preguntó sorprendido, una pequeña sonrisa se formó en su cara.— ¿Por qué...? Tú me odias.

— ¿Odiarte? Creo que no podría.— admitió— Llevo meses intentando olvidarte, pero no funciona... bueno, no quiero hacerlo.— cuando pasó el efecto de la poción dejó de hablar inmediatamente, retrocedió un paso ante la atenta mirada del slytherin.

— ¿Poción de amor otra vez?—preguntó Pansy tratando de acabar con la tensión.

— Veritaserum.— murmuró Scarlett.

— Birds...— habló Draco dando un paso hacia ella, todo aquello... ¿era verdad? Ella no le odiaba.

Birdie al escuchar aquello y notar la mirada de Draco sobre ella salió corriendo de la habitación para regresar a su sala común... al parecer la fiesta se había terminado para ella. Draco tuvo la intención de ir tras ella pero Pansy le detuvo.

— Solo le harás más daño... te vas en dos días.

— ¿A caso te importa?— preguntó molesto queriendo irse.

— A mi no, pero a ella sí.— señaló con la mirada a Scarlett, quien salía corriendo detrás de la hufflepuff.— Y ella sí me importa. Además, con el tiempo, y tras un poco de whisky no es desagradable.

Evidentemente, Draco no hizo caso y siguió a las amigas. No tuvo que buscar mucho, Birdie lloraba abrazada a Scarlett en el sofá de la sala común de las serpientes.

— Tranquila, bebé.— murmuró la morena.

— Ahora sabe todo eso y-y yo solo quiero olvidarle... no quiero que regrese porque se volverá a ir como ya hizo una vez.— sollozó.

— No pasará nada de eso, Freyita.

— Pasó de dejar que le besase a insultarme y ahora dice que se preocupa por mi, ¿por qué hace eso?

Draco se sintió culpable, hizo caso a Pansy y volvió a su habitación. Ya había empezado a romper todos los lazos con la dulce hufflepuff, tenía que decidir, o terminaba de hacerlo para que ella no sufriera más o se arriesgaba siguiendo su corazón por primera vez... aunque eso implicase ponerla en peligro.

— Puede que me arrepienta de decir esto... pero tal vez deberías hablarlo con él.

Birdie se quedó unos instantes en silencio, arrepintiéndose inmediatamente de lo que había dicho. ¿Debería intentar hablar con él?

(N/A: Maratón 5/8. Tras este capítulo bastante intenso os invito a leer Somebody to love, una historia de Regulus Black. En tres palabras: nostalgia, miedo al amor y familia.)