Freya | Draco Malfoy

xiii. halloween

Había sido una semana larga para todos, al ser finales de octubre ya se acercaban a los exámenes de noviemvre y diciembre. Hermione estaba agobiando mucho a Birdie y Scarlett, al igual que a Ron y a Harry.
Finalmente llegó el viernes y aunque varios de sus amigos le habían dicho que no era una buena idea entrar a ese nido de serpientes, Birdie se pusó su blusa favorita bajo su túnica y fue después de la cena a la sala de slytherin junto a Scarlett.

Una vez en el cuarto de Scarlett y Pansy, Birdie terminó de arreglarse para lo que según la morena sería una fiesta informal. Soltó su cabello y se dejó maquillar un poco por su mejor amiga, al bajar se entró con Draco.

— Birds... estás preciosa.

— Gracias.— sonrió tímida, según Scarlett esa blusa que dejaba ver parte de su lencería le hacía ver sexy, ¿Draco se habría fijado?

La pareja disfrutó de la fiesta unas horas, bebiendo y charlando. Draco se negaba a bailar, decía que no sabía, se dedicaba a observar a su castaña bailar junto a la que consideraba su hermana. Ambas amigas habían aprendido a moverse en su cuarto año gracias a Deméter y Eira, la primera sabía bailar casi todos los estilos de baile posibles y se hicieron muy unidas durante ese año.

— Birds.— dijo el rubio acercándose a las chicas que bailaban bastante pegadas, llamando la atención de varios slytherin.

— ¿Qué?— preguntó ella entre risas, ese par de copas habían logrado deshinibirla.

Él tomó la mano de la muchacha y la apegó a su cuerpo, dedicando una mala mirada a todos los que hasta hacía unos segundos tenían sus ojos sobre ella.

— ¿No decías que no bailabas?— preguntó entre risas.

— Tengo mis secretos, bonita.

Un rato más tarde se alejaron a un sofá, la hufflepuff empezaba a estar cansada.

— Voy a hablar con Blaise, no puedes volver a esta hora a tu sala común, él tiene la llave de la habitación.— dijo poniéndose en pie.— Ahora regreso.— besó la frente de la castaña quien asintió sonrojada.

— ¿Qué hace una sangre sucia aquí?— preguntó Yaxley junior sentándose junto a Birdie, quién se puso en pie incómoda.

— Lejos de ella, Yaxley.— Draco se acercó a la castaña pasando un brazo por los hombros de ella.

— ¿Así que el gran Draco Malfoy es el causante de que haya una sangre sucia aquí?

— No te atrevas a llamarla así de nuevo.— se acercó a él con intención de golpearle, Birdie tomó la mano del rubio evitando que se acercase.

— Da igual, Draco.— murmuró.

— ¿En serio merece la pena las consecuencias a las que te enfrentas por un polvo cualquiera? — rió negando— ¿Qué pesaría Lucius de esto?

— No le dirás nada.— le amenazó el rubio.

— ¿Qué se siente ser la nueva zorra del heredero de los Malfoy, Myers?— preguntó.

Draco no necesitó oir nada más antes de darle un puñetazo al otro slytherin llamando la atención de toda la sala común.

— Te he dicho que no hables así de ella, idiota.

La hufflepuff tiró de Draco suavemente— Draco... no merece la pena.— Cuando sus ojos se cruzaron con los de la castaña simplemente suspiró, asintió lentamente y se dirigió a su dormitorio no sin antes dedicarle una mala mirada a Yaxley. "Tú sí que la mereces" pensó Draco.

— Puedo dormir con Letty...— murmuró nerviosa.

Draco rió ante su inocencia— Freya, ella dormirá con Pansy hoy.

— ¿Y que hay de Blaise? ¿No duerme aquí?— Draco rió negando, la castaña hizo una mueca al entenderlo— Oh, bueno... puedo dormir en el suelo.— comenzó a hablar mientras se giraba hacia la pared para no ver como Draco se quitaba la camiseta.

— No seas ridícula.— rió haciendo un hueco junto a él.

Draco era experto en transformaciones, tranquilamente podría haber duplicado su cama o convertido un cojín en un colchón para él, pero no desaprobecharía la ocasión de dormir abrazado a esa dulce chica. Cuando ella se metió a la cama pudo oler su perfume más de cerca, sin duda su cabello olía a lirios y toda ella desprendía un hipnotizante olor a chocolate.

— Hueles a menta.— murmuró Birdie medio dormida.— Me gusta la menta.— siguió hablando en sueños.

Draco rió en un susurro.— A mi me gustas tú.— admitió al notar como la chica que entonces le abrazaba se había dormido.

Como ya era costumbre, Draco no pudo dormir hasta muchas horas más tarde, los nervios y el recordar lo que debía hacer antes de que terminase el curso. Por suerte aquel día tuvo una distracción, observo a la chica dormir y le acarició el rostró sonriendo como un estúpido. Freya Birdie Myers no era la primera chica con la que estaba en una misma cama, pero si era la primera que era especial para él. Estaba confuso, él estaba seguro de que comenzaba a sentir algo por ella, pero también sabía que estar él no le convenía para nada.