Freya: la diosa del amor y la belleza. Los muggles griegos erróneamente la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un ún...
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— ¿Estás segura de que no hay otra opción?— preguntó Birdie con nerviosismo.
— Es lo más seguro.— murmuró Hermione al otro lado de la línea telefónica.
Una lágrima caía lentamente por la mejilla de la hufflepuff, ¿y si algo no salia bien?¿y si no volvia a ver a su familia? Desde siempre habían sido lo más importante de su vida, además, sabía que su abuelo estaba enfermo... ¿y si le pasaba algo mientras ella no estaba? ¿y-y si se moría sin ni un solo recuerdo de ella?
— De acuerdo... nos vemos a las cinco en la madriguera.— murmuró antes de colgar.
— Freya, cariño, tu hermano ya ha llegado.— gritó su madre desde el piso de abajo.
El mundo se le estaba cayendo encima, sabía que lo más seguro habría sido huir con todos a Francia y vivir en la residencia Delacour por un tiempo... pero debía ser valiente.
— Siempre te apoyaré, princesa, ya lo sabes.— habló su abuelo entrando al dormitorio.— Voy a extrañarte.
— ¿M-me has oido...
— ¿Hablar con esa amiga tuya?— preguntó con una sonrisa triste— Sí.— se sentó en la cama de la muchacha y le hizo un gesto para que se sentase con él.
— ¿Estoy haciendo mal?— preguntó al borde de las lágrimas.
— Cuando naciste... llenaste todos nuestros corazones. Nadie en la familia había logrado lo que tú, tus padres iban a separarse y entonces nos dieron la noticia.— comenzó a hablar— Tras tu nacimiento se separarían pero en cuanto te vieron supieron que estaban equivocándose.
— N-no lo sabía.— murmuró limpiandose una lágrima.
— Claro que no.— rió debilmente Charles pasando un brazo por los hombros de su nieta— Princesa, el amor es muy bonito. Sé que me contaste que había pasado algo con ese chico... ¿vas a ir con él?
Birdie negó con dolor— Él... él está en el otro bando.— sollozó.— Podrían matarle en cualquier momento.
Charles abrazó con cariño a la muchacha— El amor es más fuerte que nada. Y tú, mi pequeña Freya, eres amor puro.
— Te quiero, abuelo.— susurró abrazada a él— No quiero hacer esto.— sollozó de nuevo.
— Pero debes.— dijo el mayor con tristeza.
Unos minutos después Freya abandonó la sala, dejando a una de las personas que más amaba sin un solo recuerdo sobre ella. Poco después solo quedaba una persona en la casa que sabía de su existencia: su hermano.
— Freya... ¿qué esta pasando?
— A-a ti no puedo, yo...
— Freya. ¿Qué. Está. Pasando?— repitió tratando de tranquilizarla.
— Tengo que irme y no podeis recordarme, yo... hay guerra y debo ayudar...— se limpió otra lágrima.
— No lo hagas. Cuidaré de ellos.
— Estarás en peligro.
— Solo dime como contactar contigo o tener noticias de ti, no puedo permitir que te vayas y pueda pasarte algo.
Finalmente la castaña accedió, no muy convencida de si estaba haciendo bien.— He oido que abrá una... una emisora de radio, pottervigilancia.— habló con rendición— te haré llegar los detalles.
— ¿Ya tienes que irte?— preguntó con dolor.
Su hermana menor simplemente asintió— Os marchareis a Noruega, a la casa de la bisabuela... el abuelo me dio la idea.— murmuró antes de lanzarse a abrazar a su hermano— Te extrañaré.
— Ten cuidado y vuelve perfectamente.— suplicó en un susurro deseando que aquel abrazo durase para siempre.
— Lo prometo.
Dijo Freya, sabiendo que era una promesa, que posiblemente no podría cumplir.
(N/A: sé que os tengo abandonados, ¡lo siento! Estoy muy agobiada con las clases, haré lo que pueda por actualizar. Gracias por esperar.❤)
