xxvii. la profecía de las hechiceras

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- Birdie

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- Birdie...- murmuró Draco dando vueltas en la cama. La llegada de la mediana de las Delacour le había alterado, ¿a quiénes buscaban? ¿por cuanto tiempo estaría a salvo Freya? Se suponía que la hufflepuff iba a marcharse a Francia con las rubias, ¿¡dónde estaría?! Draco había tardado horas en dormirse... pero cuando lo logró tuvo un sueño extraño.

Volvía a tener once años. Se acababa de encontrar con una nacida de muggles y su padre, antes de subir al tren le había recordado "no te juntes con ellos, son despreciables". Él solo era un niño, no sabía muy bien a qué se refería, pero quería que su padre estuviera orgulloso... entonces la vió.

La niña más bonita que había visto en todo el día estaba sentada sola en un compartimento. Miraba por la ventana con atención moviendo sus piernas suavemente, era tan bajita que sus pies apenas tocaban el suelo; eso le pareció adorable.

- ¿Estás sola?- preguntó con miedo a ser rechazado.

Cuando la niña alzó la mirada se encontró con unos preciosos ojos miel. Ella simplemente asintió con timidez.

- Oh. ¿Puedo sentarme? No encuentro a mis amigos y, bueno, pareces algo triste. ¿Aún no has visto a tus amigos? - preguntó Draco nervioso tratando de agradar a la niña.

- No tengo...- murmuró.

- ¡Ahora sí! Aunque creo que dependerá de en que casa quedes o eso dice mi padre. Yo quedaré en slytherin.- el rubio sonrió ampliamente, pero al ver como la castaña frunció la nariz con confusión entró en pánico "¿y si es otra sangre sucia como la chica anterior?" pensó. Realmente no quería marcharse.

- ¿Casas?

- ¿Tus padres son magos?- preguntó temeroso, la niña le había parecido muy linda y tal vez algo tierna, no le gustaría tener que tratarla como su padre le había exigido.

- Bueno... no, pero mi padre me ha contado algo sobre su tatarabuela y...- comenzó a contar con una sonrisa.

- Debo irme.- le interrumpió antes de salir rápidamente del compartimento dejando a una muy confundida y triste a la niña a la que ni siquiera preguntó su nombre.

De un momento a otro, Draco despertó. Los ojos de esa niña... esos ojos, los había visto miles de veces y los reconocería en cualquier lugar. Eran los ojos de Birdie. Se sentó en la cama exaltado y recordó lo que había dicho y una vez la hufflepuff le había contado... la tatarabuela de su padre, ¡se llamaba Freya!

Salió en silencio de su dormitorio, ni siquiera sabía que hora era; su cabeza no paraba de dar vueltas y cada vez todo le parecía más evidente. Un nuevo recuerdo atacó su mente, "Freya, ¿no es así? Muy curiosa la mitología muggle, señor Malfoy, pero no tanto como las leyendas de las antiguas hechiceras." ¿Cómo podía haber sido tan ingenuo? Cuando llegó a la biblioteca se puso a buscar la sección de mitología muggle. Podía que en su casa odiasen a los muggles, pero su madre amaba leer todo tipo de libros.

Tras buscar en varios, uno de los libros llamó su atención "Mitos nórdicos". El libro casi se resbala de sus manos al encontrar, en el capítulo de Freya, una foto de una muchacha prácticamente idéntica a su chica. Tomó ese libro y uno que trataba sobre las antiguas hechiceras, y se marchó a su cuarto con prisa.

A varios de kilómetros, Freya habría la casa de verano de su familia, junto a la playa de Brighton.

- ¿Qué os parece?- preguntó girándose habia el trio de oro.

- Servirá.- seguró Hermione empezando a realizar hechizos de protección.

Era de madrugada, los primeros rayos de sol entraban por la ventana del heredero de los Malfoy, quien finalmente encontró lo que buscaba.

"La magia divina de las antiguas hechizeras perdurará. Será transmitida de generación en generación, mas pasarán varias décadas hasta que las distintas diosas sean reencarnadas en una de sus descendientes. Su deber será ayudar al los humanos marcados por el destino, para así pagar la deuda con Merlín."

Eso siempre le había parecido un mero cuento de viejas... pero Eira Delacour era la prueba de que aquello no era falso. Siguió indagando, Eira, Freya, Démeter y Perséfone. Ya tenía cuatro nombres y su mente solo se preguntaba por qué. ¿Por qué la chica que amaba tenía que ser parte de un antigua profecía? ¿Por qué al señor tenebroso le interesaban?

Finalmente se atrevió a leer el capítulo dedicado a Freya: "Reconocida por ser la diosa del amor y una guerrera muy audaz, siendo poseedora de una indiscutible hermosura única y una tremenda capacidad de liderazgo, Freya es la deidad femenina más venerada de la mitología nórdica."

Por último, encontró lo único que necesitaba para confirmar sus sospechas... "Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un únicoy varón, hasta que el 22 de julio de 1980 nació Freya Birdie Myers II."

- ¿Por qué no me dijiste nada, Freya?- murmuró con asombro mirando todos los libros que se encontran repartidos por su cama. Quiso llorar, golpar algo, su chica estaba en peligro y él no podía hacer nada.


(N/A: ¡He vuelto! Ayer terminé exámenes y aunque no estaré libre por mucho, me alegra poder decir eso y volver... os extrañaba❤)

Freya | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora