Freya: la diosa del amor y la belleza. Los muggles griegos erróneamente la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Tras los juicios de brujas se casó con un muggle inglés, Charles Myers y durante cinco generaciones su decencedencia consistió en un ún...
- Supongo que fue mi culpa, ya sabes, por ilusionarme.- le interrumpió.
- Para. No digas eso. No hiciste nada... es complicado.- bufó mirando a otro lado, la simple presencia de la dulce chica lograba acabar con todas las barreras que había intentando ponerse, si seguía mucho con ella acabaría por confesar todo.
- Al menos podrías explícamelo, Draco. Tú me alejaste de tu vida sin motivo, me dolió.- admitió. "Además creí que ese beso había significado algo para ambos." pensó.
- Era peligroso que estuvieras cerca de mi, aún lo es.
- Eso no es una explicación.- negó dando un paso hacia él- ¿Qué ha cambiado ahora? ¿Cómo sé que no volverás a alejarme dentro de una semana? ¡Creí que ese beso había significado algo para ambos!
- Porque te quiero.- le interrumpió- Te quiero muchísimo, Freya Birdie Myers y te quiero en mi vida. Es así, lo he intentado negar desde un principio pero encendiste algo en mi cuando te conocí.- confesó acercándose a ella- Y-yo nunca había sentido nada parecido por nadie... y claro que ese beso significo algo, por Merlín.- dijo mirándola con miedo de ser rechazado.
- Draco...
- Birdie escucha lo que te digo, nunca he podido elegir nada en mi vida, pero quiero arriesgarme por ti...- confesó.- Eres la primera chica a la que se lo digo, nunca había querido a nadie así.-dijo dándo un paso hacia ella- Y aún asi tuve que ver como ibas a una cita con el estúpido de Goldstein, tuvo suerte de que Scarlett me dijo que no salías con él.- bromeó con una pequeña sonrisa- El día que te conocí me desearon lo mejor... y te conocí a ti.- habló acercándose un poco a ella. Ante el silencio de la castaña, se pasó una mano por el cabello con nerviosimo, dejando a la vista parte de su antebrazo sin percatarse.
Las facciones de la castaña se relajaron al escuchar aquello, una dulce sonrisa se formó en su rostro y volvió a hablar con la mirada puesta en los ojos grises del chico- Yo también te quiero.- dejó de hablar al ver algo extraño en el antebrazo del rubio - ¿Qué demonios es eso?- preguntó al ver la pálida piel de su muñeca en un tono casi ensangrentado.
El corazón de Draco se detuvo por unos momentos. Su plan era sencillo: confesarse reconciliarse, decirle que tenía que msrcharse y listo... sin mencionar la marca, temía decepcionarla.- Nada...- dijo con nerviosismo ocultando su brazo bajo su túnica mientras maldecía mentalmente.
- Dejame ver.- ordenó tomando la mano del rubio subiéndole la manga.
Al ver el brazo del chico, soltó rápidamente el agarre dando un paso atrás.
