Deryck
Esta mañana es un duro despertar. No debí comer demasiado ayer por la noche.
Hoy no estaría sufriendo los estragos de malpasarme y sentir que mi estomago quiere estallar por la colitis que estoy sintiendo en este preciso instante. Pero no puedo faltar al primer día de clases, que por lo regular no se hace nada interesante. De todos modos no quiero dejar a Jo solo y debemos acompañarlo.
Mientras trato de ponerme de pie, escucho ruidos desde la cocina. En cuanto me levanto y salgo de mi habitación me percato que se trata de él preparándose el desayuno, mejor dicho, lo está haciendo para todos. Nos vemos y me da una sonrisa.
—Feliz primer día de clases, mi querido amigo. —Lo veo que mueve un par de sartenes por todos lados.
Si hay algo que admiro de mi mejor amigo es que sabe cocinar, cosa en lo que soy fatal. Supongo que fue porque su madre tenía que trabajar casi todo el día y él tuvo que independizarse de cierta manera, hacerse cargo de sí mismo. Aunque hasta cierto punto de su vida se perdió y cometió demasiados errores.
—Veo que tienes animo suficiente en esta mañana. —Tomé asiento en el pequeño comedor que tenemos en el departamento. Me da un plato con lo que acaba de cocinar, que la verdad se ve bien.
—Estoy emocionado. ¿Crees que deberíamos de esperar a Pete? —Se sienta a mi lado para comenzar a desayunar, lo veo y hago una mueca dándole a entender que mejor comenzamos antes de que se haga más tarde, cuando de pronto veo a mi hermano salir de su habitación.
—¡Qué bien huele! Creo que por hoy romperé la dieta.
—Dejaste de hacer eso desde que entramos a la universidad —digo mientras comienzo a desayunar.
—Sí, dejé de hacer dieta, pero continúo comiendo sano.
Y es verdad, en cuanto llegamos, Pete ya no entró a otro equipo de futbol, pero tal y como él lo ha dicho, continúa comiendo sano y haciendo un poco de ejercicio gracias a que en este edificio contamos con un gimnasio. No es la gran cosa, pero es de mucha ayuda.
Hablamos durante un momento antes de comenzar a prepararnos e ir a la universidad. Ver el rostro de Jo que en ocasiones refleja un poco de miedo y emoción al mismo tiempo, me hace pensar en el primer día que llegamos a este lugar. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Hoy nos tocaba ser su guía y que no estuviese tan perdido como nosotros hace un año, aunque después tuvimos una ayuda. Pero después descubrimos que esa persona no era del todo buena como nosotros imaginábamos. Solo espero que esté del todo bien en su estadía, y que no se arrepienta de haber llegado a este lugar.
Puede aparentar ser tranquilo, pero en ocasiones es un sitio que sabe hasta tus más oscuros secretos, como me sucedió cuando fui uno de los chicos nuevos.
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Frenesí [Completa ✔]
Teen Fiction| Libro 3 de la saga Roces accidentales | . . . «Amar sin límites, experimentar lo fascinante con exagerada emoción, eso es frenesí.» Después de dejar atrás su terrible pasado, los exdelincuentes de Sebastopol tienen un nuevo reto en sus vidas: la u...