Capítulo 35

381 26 1
                                    


Actualización 4/4, hay tres antes si te salió primero este. 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Elena


Lo último que escuché cuando quedé inconsciente en el auto después del accidente fueron las voces de varias personas acercándose al auto tratando de ayudarnos. Abro lentamente los ojos, siento que me pesan demasiado y me es complicado abrirlos por completo. Mi vista se normaliza poco a poco, y me doy cuenta de que me encuentro en la habitación de un hospital. Hay una ventana a un costado y logro ver que caminan algunas enfermeras. Todo se ve iluminado, tanto que me molesta la luz y me duele un poco la cabeza.

—Elena...

Esa voz la conozco, giro la cabeza a mi costado izquierdo y veo a Mariza. Me sonríe, trato de hacer lo mismo pero no puedo.

—Mariza. ¿Qué es lo que ha sucedido? —pregunto mientras intento sentarme ya que me encuentro recostada.

—No te muevas demasiado, no es bueno para ti en este momento. —Coloca sus manos sobre mis hombros y vuelve a recostarme—. Llegaron Jenni y tú graves después del accidente, por suerte todo ha salido bien y las dos están recuperándose.

—Todo... Todo pasó tan rápido. Jenni, ¿cómo está?

—Ella está bien, recuperándose. Hace una hora despertó, y estábamos esperando por ti.

Solté un suspiro al saber que mi mejor amiga está bien. De solo recordar la escena de cómo la vi después del choque me dan ganas de llorar. Intento tocar mi frente ya que siento un vendaje debido a un golpe, pero siento tan adolorido mi cuerpo que me es imposible hacerlo.

Por un instante me siento tranquila, pero recuerdo a Deryck. Estaba de camino a decirle sobre mi embarazo cuando pasó todo.

—¿En dónde está Deryck? —pregunto mientras veo hacia afuera de la habitación tratando de encontrarlo.

—Él... él no está aquí en el hospital.

La veo con curiosidad. Su semblante me hace parecer que algo no anda bien.

—Supongo que se ha ido a descansar, ¿cierto? —inquiero con la esperanza de que así sea—. Tengo que decirle todo y...

—Elena —interrumpe—, sobre eso... necesito decirte algo.

Por el tono en que me habla, su mirada y que me tome de la mano me imagino que no es nada bueno.

—¿Qué sucede? —le pregunto. Ella guarda silencio un instante lo que hace que mis nervios aumenten—. Por favor, Mariza, dímelo.

—Sucede que... —Duda un momento en decírmelo—, perdiste al bebé.

Mi mundo se detiene al momento de escuchar eso. Repito una y otra vez esas palabras que acaba de mencionar, tratando de aceptar lo que ha ocurrido y que de nueva cuenta mi mundo ha dado un giro inesperado.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora