Capítulo 31

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Mariza


A comparación de otros días de la semana hoy me desperté con una actitud más positiva que de costumbre. Y no solo porque sea miércoles, lo que significa que falta menos para el fin de semana, sino porque hace un par de días cumplimos dos meses de relación Johannes y yo. Desde que comenzamos nuestro noviazgo he vuelto a ser la chica cursi que solía ser antes.

Por la mañana asistí a la universidad, al salir fui a ayudarle a mi madre a su trabajo, y cuando terminó mi jornada en la escuela de moda llegué a una tienda de autoservicio para comprar un par de cosas que necesito. Carlo me llevó y ahora estoy recorriendo los pasillos buscando lo que necesito con la ayuda de una persona, aunque es por llamada telefónica.

—Aún me es difícil creer lo que vas a hacer esta noche por el inútil de mi hermano.

Habla Hazel mediante el teléfono mientras estoy en el pasillo donde encuentro todo lo relacionado con las pastas de sopa y sus condimentos.

—Quiero que sea algo especial para él. Además, también voy a aprender a cocinar eso que tanto le gusta.

—Y eso es un gran detalle —menciona mientras comienzo a colocar unas cuantas cosas en el carrito del supermercado, todo lo que me ha dicho que debo utilizar para la cena que le estoy preparando a Jo.

—Es poco tiempo lo que llevamos juntos, pero... bueno... tú sabes.

—Sucede que lo quieres —dice y yo sonrío porque dice la verdad—, a menos de que sea algo más que un «te quiero».

Solo guardo silencio, y ahora que lo recuerdo jamás nos hemos dicho eso. Claro que nos hemos demostrado cariño, pero no he escuchado que me lo diga y yo a él.

—Sí, eso debe ser —aseguro—. De acuerdo, creo que he terminado con las compras.

—Ahora sigue lo más divertido: cocinar todo.

—Está bien. Te llamo en cuanto llegue al departamento.

Terminamos la llamada y camino a pagar todo para comenzar con esto cuanto antes. Tengo tiempo suficiente ya que Jo está en el bar por el inventario que tienen cada mes. Voy a aprovechar cada minuto, después le llamaré para invitarlo a cenar. Claro, sin decírselo directamente porque es una sorpresa.

Llegué al departamento y coloqué todo sobre la encimera, saqué cada uno de los ingredientes y comencé a preparar todo para llamarle a Hazel que se encuentra en su casa.

Tengo suerte de saber todo esto, cocinar y demás, porque cuando éramos unas niñas mi hermana y yo no querían que nos acercáramos a la cocina. Claro, todo eso fue por mi padre porque él siempre decía: «hay personas que harán todo eso por nosotros, ustedes no van a tener necesidad de cocinar». Por mi parte, siempre pensé diferente, así que mi madre me enseñó todo esto, al igual que preparar cupcakes y todo lo relacionado con la repostería.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora