Frenesí [Completa ✔]

Capítulo 9

Advertencia: Contenido +18. Está un poco explícito, luego no digan que no se los advertí. Lo encuentran después de estos símbolos (﹡﹡﹡)

Elena

Hace unos cuantos días, Deryck y yo planeamos nuestra salida por nuestro segundo aniversario. A pesar de que eso ya pasó no quisimos dejar de lado el hecho de que queremos celebrarlo. Siempre vamos a cenar a lugares donde preparan comida rápida, hoy quisimos experimentar algo más formal, así que tuvimos la idea de ir a un restaurante que deslumbraba un poco de elegancia, lo que nos llevó a vestirnos diferente. Admito que me encanta ver a Deryck vestido tan formal, es rara la ocasión que lo veo así.

—Deberíamos de planear algo así más seguido. Me gusta cómo se te ven esos pantalones ajustados —le digo en cuanto llegamos al lugar y bajamos de su auto. Lleva unos pantalones negros que le quedan a la medida, además de una camisa gris de botones que se le ajusta bien y zapatos negros. El trasero se le ve de ma-ra-vi-lla.

—¿Tú crees? Yo siento que me está matando. —Vio hacia los lados antes de entrar al restaurante, llevo su mano a la entrepierna y la jaló hacia abajo discretamente. Solté una risita y traté de tranquilizarme cuando ingresamos al lugar. No está acostumbrado a llevar una prensa de ese tipo, así que es normal que se sienta incómodo.

Una persona nos llevó a la mesa que hemos reservado, el lugar es bonito, pero siendo honesta me siento fuera de mi área de confort.

—¿Te digo algo? —preguntó y asentí—. Me gusta cómo te ves esta noche. Siempre estás guapa cada vez que salimos, pero hoy... más. Pero claro, siempre lo estás.

Le di las gracias y luego me puse a repasar la odisea por la que atravesé para encontrar el atuendo ideal para esta noche. Por suerte, Mariza y Jenni me ayudaron: es un conjunto de blusa y falda en color negro. La blusa es de manga larga con un escote un poco pronunciado y la tela es fresca. Mientras la falda es larga, hasta la rodilla, pero con una abertura en el lado derecho que me llegaba a la mitad del muslo y a eso agrega unos tacones rojos de unos diez centímetros. Y sí, me veo completamente diferente esta noche.

Después de darle vueltas al menú, decidimos pedir lo mismo, lo cual se ve apetecible. No tardaron demasiado en llevar nuestra cena porque la verdad tengo demasiada hambre. Pero mi apetito casi desaparece al ver lo que llevaron; un par de filetes de res en salsa de vino tinto y espárragos. Y mi desilusión fue que al verlo pensé en que necesitaría al menos diez platos más para llenar. No dije nada, solo sonreí y precedí a degustar mi cena.

Por momentos vi a Deryck que resistía las ganas de reírse al ver mi cara. No lo niego, estaba riquísimo, pero en verdad esperaba más. Olvidé que en estos restaurantes sirven en porciones pequeñas, y ahora me quedaré con hambre. Eso sí, el vino está de lo mejor.