Capítulo 17

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Hay un capítulo antes de este por si te salió primero :)


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Jo


Una semana.

Una semana es lo que ha transcurrido desde lo que sucedió aquella noche en el auto de Mariza. No la he visto y tampoco he hecho el mínimo esfuerzo por buscarla. Incluso no asistí a mis clases de italiano en esta semana. No sé si estoy haciendo bien, o tal vez ni siquiera sé qué es lo que estoy haciendo.

—Ay, pero qué pendejo soy —me digo a mí mismo mientras me apoyo en el lavamanos del baño de la universidad.

Me veo en el reflejo del espejo y noto lo mucho que he cambiado desde que no consumo sustancias. Hace días cumplí dos años libre de todo eso, y no puedo creer que ha pasado tanto tiempo. Observo con atención mi físico y repaso cada detalle; recuerdo que en mis mejillas había unos huecos por mi delgadez y los huesos de la clavícula se notaban demasiado. Tanto mi rostro como mi cuerpo se ven mucho mejor que antes... sin alardear. Aunque, claro, siempre he dicho que soy apuesto, atractivo. Eso no se niega.

Me despabilé y salí porque ya he perdido demasiado tiempo aquí, me detengo a un costado del pasillo y está casi vacío; casi todos han ido a sus salones y yo sigo aquí de pie sin hacer nada. Me quedan quince minutos para ir a mi siguiente clase, pero tengo la idea de ir al salón donde dan la clase de italiano. Necesito verla, aunque sea de lejitos.

Caminé a paso rápido hacia la izquierda, esquivando a los chicos que venían en contra. Llegué a las escaleras, y antes de descender me detuve detrás de un muro, ocultándome de que nadie me viera, en especial de Elena y Jenni. Escuché sus voces a lo lejos, apenas salieron del salón, pero no veo a esa chica a la que he venido a ver. Vi un poco sin que se percataran de mi presencia, por suerte las veo alejarse hacia el lado contrario. Solté un suspiro, reuní el valor suficiente y me dirigí a ese salón. 

Tomé el pomo de la puerta, abrí lentamente hasta ingresar. Es un aula como todos los demás, amplio y con solo unos cuantos bancos para los alumnos que vienen a la clase, somos veintiuno en total. Observé cada rincón, pero no la encuentro por ningún lado, ni siquiera guardando sus pertenencias sobre el escritorio en su bolso como cada vez que concluían las clases.

Creo que no vino, o tal vez se ha ido antes.

Vi mi reloj y ahora me quedan once minutos para llegar a clase de ciencias antes que el profesor. Di media vuelta para salir de ahí...

—¿Te vas sin despedirte?

Di un brinco del susto en cuanto escuché esa voz, no me lo esperaba. Se trata de Mariza, estaba en un pequeño cuarto de almacén donde guardan los materiales para dar la clase.

—Creí que ya te habías ido —dije y la vi a los ojos, aunque en seguida desvié la mirada.

—Estaba guardando los libros y el material de limpieza. Derramé mi café e hice un desastre, por eso me quedé un poco más.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora