Mariza
—¿Cómo te sientes? —pregunta Enzo en cuanto entra a mi habitación. Solo le doy una leve sonrisa y bajo la mirada.
Se ve tan apuesto en ese traje color azul marino a juego con una camisa de botones negra; su piel blanca y el cabello rubio le resaltan demasiado. Además de que es alto, y el traje le queda a la medida.
Me encuentro en mi habitación, en la residencia de mi padre. Llegué ayer por la noche y no he salido para nada, ni siquiera a tomar aire fresco. Solo he estado encerrada en esta enorme casa, sobre todo en estas cuatro paredes.
Enzo toma asiento en el borde de mi cama mientras yo continúo viendo mi intento de maquillaje sentada frente al enorme espejo del tocador. No quiero salir, pero es la cena de papá donde anunciará su próximo proyecto con los nuevos socios de la empresa y debo estar presente en esta noche tan importante para él.
—Creo que bien —respondo con simpleza—. Estoy bien. No te preocupes.
—No tienes que fingir, sé que te sientes fatal —asegura—. Además, siendo honesto y sin herir tus sentimientos, ese vestido es horrible. ¿Quién lo escogió para ti?
—Fue Giovanna, sabes que ella no sabe cuál es mi color favorito y que odio el amarillo. —Me pongo de pie para arreglarlo mejor, aunque la verdad no me siento bien con él.
Es de tela satín, largo hasta el suelo, tirantes delgados y escote cuadrado al frente, con la espalda un poco descubierta. Pero es de color amarillo, y la verdad no me gusta para nada este tono.
—O tal vez sí lo sabe, pero quiere joderte. —Se pone de pie, y me gira para quedar frente a frente con él—. No veo que hayas puesto algo de esfuerzo a tu arreglo. Te ves bastante sencilla.
Intenta arreglar mi cabello que lo llevo suelto, en ondas ligeras, sin algún tipo de detalle en el cabello.
—Sabes que me gusta verme natural, así que por eso no me maquillé tanto como acostumbro en estas fiestas.
—Claro que no, no es eso, siempre luces increíble en este tipo de eventos. —Cruza los brazos y me ve a los ojos—. Se trata de Jo, ¿cierto?
No le respondo, solo me quedo en silencio desviando la mirada hacia otro lado, evitando verlo a los ojos. Pero me conoce bien, así que no es necesario decirle con exactitud porque ya lo sabe. Doy media vuelta para verme en el espejo.
—No me ha llamado, así que quiere decir que él ya tomó su decisión —digo con seguridad. Pero por dentro estoy que me consume la angustia de no saber qué sucede con él.
—No creo que sea tan tonto. Bueno, pendejo sí está, pero tonto no. —Ruedo los ojos con fastidio y él se encoge en hombros.
—Ya no hay marcha atrás, escogió su camino y yo debo retomar el mío —menciono mientras me coloco un par de pendientes que adquirí la tarde que fui al centro comercial a comprar lo necesario para esta noche.
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Frenesí [Completa ✔]
Teen Fiction| Libro 3 de la saga Roces accidentales | . . . «Amar sin límites, experimentar lo fascinante con exagerada emoción, eso es frenesí.» Después de dejar atrás su terrible pasado, los exdelincuentes de Sebastopol tienen un nuevo reto en sus vidas: la u...