Capítulo 34

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Actualización 3/4, hay dos antes por si te salió primero este.


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Deryck


—¿Cómo iba a explicarte las cosas sino dejas que hable? —inquiere Jo—. O'Brien, no creo que ella te esté engañando.

—Entonces, ¿qué piensas? ¿Por qué miente para salir a cualquier lado? Además, se ha comportado extraña estos últimos días.

—Tal vez hay algo que la esté perturbando y tú estás pensando todo lo contrario.

Niego una y otra vez mientras lo escucho ya que me dijo que Elena quiere hablar conmigo.

Faltan al menos diez minutos para las once de la noche, casi es momento de que Jo empiece con su trabajo. Hace unos minutos salimos del bar para tomar aire fresco y para charlar ya que dentro no podíamos por toda la gente que se encuentra trabajando, además de la que va llegando y la música. Estamos en el estacionamiento exclusivo que se encuentra en un costado, apoyados en mi auto, aclarando todo lo que ha sucedido en todo este día.

—Tómatelo con calma, ¿de acuerdo? —menciona.

—Va a dejarme —digo así nada más.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —pregunta y rueda los ojos de fastidio—. Deryck, ya deja de decir eso.

—Es que es la verdad...

—Pues entonces habla con ella y aclaren todo, por favor, amigo, no compliques más las cosas. Además, ya le dije que aceptaste que hablarás con ella.

—¿En serio hiciste eso?

—Sí. Y ya viene para acá —responde y mira su reloj—. Aunque ya tardó más de lo normal.

—Seguro se arrepintió.

Él soltó un suspiro, yo me cruzo de brazos y desvío mi mirada hacia el suelo.

—Sabes, lo que comprendí después de mi problema con Mariza es que la comunicación con tu pareja es una de las cosas más importantes de la relación, así como la confianza —menciona mientras introduce ambas manos en los bolsillos de su pantalón mientras continuamos apoyados en el auto.

—Y yo me doy cuenta de que eso ha fallado por completo en mi relación.

—En la de ambos —añade—. Pero sé que se puede arreglar.

—Sabes que sí —le aseguro—. Mariza lo va a comprender.

—Esto lo digo por los dos. —Me señala y se señala a él mismo—. No vamos a dejar las cosas así.

—Te escucho muy decidido pero tus acciones dicen todo lo contrario —menciono mientras lo veo al rostro.

—Es porque le estoy dando su espacio —afirma—. Siempre hay que darles tiempo para que se tranquilicen.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora