Capítulo 3

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Jo


Han transcurrido dos días desde que comenzamos clases, y todo ha ido a la perfección. Debo de admitir que esto es bastante extraño, refiriéndome a que todo va bien... y eso no es normal en un día de mi vida.

—De acuerdo, Jo, has tenido suerte hasta el día de hoy —menciona Deryck desde el sofá mientras ve su teléfono—. Supongo que la persona encargada de esta pagina se olvidó por completo de esto.

—De seguro soy irrelevante, y admito que eso me gusta —digo desde el balcón viendo hacia a todos lados.

—Oye, ¿qué haces ahí?

—Espero a alguien.

No niego que siento un poco de temor porque mi información se infiltre y arruine mi vida estudiantil. Pero hoy me olvidaré por completo de eso porque es un buen día para mí.

—¡Al fin! Mi bebé llega ha llegado —grité en cuanto me asomé y vi llegar a mi hermano.

—¿Quién es tu bebé? —pregunta Pete mientras se encuentra en la mesa haciendo su tarea.

—Ah, ya lo verás. ¡Vamos!

Dejamos lo que estábamos haciendo y salimos de departamento casi corriendo. Después de llegar de la universidad esperaba pacientemente a que Will llegara con mi hermosa motocicleta, como la llamo siempre.

No volveré a ser el amigo incómodo que va de mal tercio en el asiento trasero de un auto.

Salimos y nos dirigimos a donde se había estacionado. Llegó en una camioneta de esas que son 4x4 junto a otro hombre que la verdad no sé quién es.

—¡Oh, bebé, te extrañé! —expresé con emoción mientras Will le retiraba la cortina con la que la cubría.

—Sí, yo también estoy feliz de verte, hermanito —menciona y al mismo tiempo nos saluda.

—No es necesario que te lo diga, sabes que te he extrañado desde que llegué a esta ciudad. Eres como el aire que respiro: totalmente necesario.

—De acuerdo, déjate de estupideces... Pero te creeré.

—Me imagino que fue un viaje bastante largo. —Escucho a Deryck—. Son demasiadas horas de camino.

—Solo un poco, aunque fue emocionante ver todo alrededor. Creo que me gustarán este tipo de viajes de ahora en adelante. —Esboza una sonrisa—. Nos quedaremos por esta noche para salir temprano por la mañana y poder regresar a San Diego, mis vacaciones están por terminar.

—De vuelta a la realidad de adulto responsable trabajador —digo—. De acuerdo, dejemos de hablar y bajemos a mi bebé.

Si hay algo que cuido más que mi propia vida es mi moto, así que la bajamos con cuidado de que no sufriera algún golpe o se raspara ya que antes de venir a Los Ángeles le di unos últimos retoques para que luciera mucho mejor. Esta belleza tiene que ser presumida por las avenidas principales de esta ciudad y debía estar mejor que antes.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora