Capítulo 15

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Jo


Después de sugerir en que Mariza me llevara al edificio, acepté. Durante nuestro trayecto no mencionamos nada, nos mantuvimos en completo silencio, y la verdad era uno bastante incómodo. Solamente veía por la ventana mientras ella se mantenía fija al frente sin perder detalle de por dónde iba.

No tenía ganas de discutir, suficiente he tenido con lo que pasó en la fiesta. Esta noche estoy demasiado cansado por la cantidad de trabajo que había en el bar; solamente quiero llegar, ducharme y dormir durante horas.

Perdido entre mis pensamientos no me percate que ya hemos llegado, el estacionamiento luce un poco más oscuro de lo normal, por lo que veo los demás cajones están ocupados y hemos quedado un poco lejos de la entrada. Creo que este lugar es peligroso porque no hay mucha iluminación.

—Bien... llegamos —dice mientras apaga el auto.

—¿Segura de que quieres dejar el auto aquí?

—No te preocupes, hay cámaras de seguridad en el lugar. Está muy bien vigilado.

—De acuerdo. Y gracias por traerme.

Ninguno de los dos se atrevía a verse directamente a los ojos, y si lo hacíamos era un momento de mucha tensión. Lo que ha sucedido en esta noche hace que nuestra comunicación cambie por completo a como estábamos acostumbrados a tratarnos. Lo más raro de esto es que ninguno de los dos bajaba del auto, ahí estábamos en la misma posición. Tal parece que quiere hablar al respecto.

—Oye, Jo —dice en una voz baja mientras se quita el moño y lo coloca sobre el tablero—. Quiero hablar sobre... lo que sucedió entre nosotros hace unas cuantas semanas, más bien, lo que ha sucedido.

Si para algo soy malo en estos casos es para hablar, peor si se trata de temas «delicados». En este momento mi mente acaba de ponerse en blanco y no sé qué demonios decirle. No sé qué diablos responder en cuanto ella me cuestione sobre algo.

—Y dime, ¿qué es? —Me crucé de brazos, continuaba sin verla al rostro y sé perfectamente que ella sí lo está haciendo porque puedo sentir su mirada.

—Al menos deberías verme al rostro. Desde que salimos de la fiesta y subiste a mi auto no lo has hecho. Pareciera que estás evitándome.

—De acuerdo. —Giré sobre el asiento en su dirección y la vi fijamente a los ojos—. Ahora, ¿de qué quieres hablar? ¿Sobre el beso que te di afuera de tu departamento? Creí que ya lo habías superado.

—Ah... yo... —titubea un poco, supongo que esto es más difícil de lo que pensaba.

En el interior me siento igual o peor que ella, siento como el corazón se me acelera. Trato de no ver su boca porque soy capaz de hacer un nuevo intento como hace minutos en aquella habitación y no quiero arrepentirme. Aunque siendo sincero, no lo hago.

Frenesí [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora