capitulo 7

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Las visitas que tenía Sasuke eran los más intimidantes que en toda mi vida había experimentado.
Algunos poseen suerte, pero este no es mi caso, definitivamente no.
Viví 18 años encerrada en una cueva, con algunos sobrevivientes, mamá nunca me dejó salir de ahí, era complicado ver la luz del sol, mi mamá siempre salía a buscar comida para mi y ella, luego un día simplemente no volvió, era ella quien me enseñaba cosas que yo no podía ver, era ella quien era mi futuro y luego desaparecer no es algo con lo que podría cargar una niñita. Luego me uní a un pequeño conjunto, donde mayores siendo muy amables buscaban comida para todos los niños sin familia, luego ellos también desaparecieron al dirigirse a un pueblo que estaba a salvo de todo llamado Konoha, mamá también había partido allí a buscar comida. Tuve que tomar un lugar para ayudar a más niños que pasaban por lo mismo que yo, pero no me atrevía a alejarme más allá de las montañas ya que todos los que iban allí, desaparecieron.

Cuando todos morían de hambre y otros desaparecieron al salir solo quede yo existiendo en esa oscura cueva y cuando me decidí en salir e intentar llegar a konoha me topé con Naruto el cual salió afectado y yo ahora soy presa de ese hombre llamado Sasuke.

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Definitivamente esta visita iba para algo largo, ya sabía los nombres de esos monstruos caminantes de dos patas. Resulta que uno de esos era hermano mayor de Sasuke y su nombre era Itachi, y sus primos, el más viejo era Madara luego estaba Indra y de último Obito, aún así sasuke era el más joven.

- ya terminaste de planchar mi camisa?- pregunto Obito

- si, mi Señor...- dije sin mirarlo al rostro ya que en realidad era intimidante..

- llévala a mi habitación y dile a karin que prepare mi almuerzo y lo lleve a mi habitación- dijo mientras se daba la vuelta y se marchaba

- entendido mi señor.- dije para marcharme de ahí.

[...]

Ya era de noche donde últimamente Sasuke nos mandaba temprano a la cama, no había sexo, nisiquiera había tocado a karin estos días, era extraño este tipo de acto.

Me encontraba leyendo un libro, de hecho karin me enseñaba lo que no sabía lo que me resultaba más complicado, lo bueno es que mamá me había enseñado muchas cosas de donde ella venía y me a resultado de utilidad.

- increíble!, Sakura aprendes rápido!- dijo karin sentada a mi lado, escuchando atentamente a mi lectura

- ¿de verdad? Y crees que lo hago bien?- pregunté

- por supuesto!, lo haces mejor de lo que yo lo hacía al comienzo

- mi madre me enseñó algunas cosas - mencioné sonriente, sinceramente Karin y yo nos habíamos echo cercanas era una buena chica.

- ya veo, ¿cómo era tu madre?- preguntó

- bueno... han pasado 10 años desde la última vez que la vi... casi no la recuerdo pero se que compartíamos el mismo color de cabello, sus ojos no los recuerdo, tampoco su figura, pero si su voz - dije mientras recordaba lo que podía de ella.

- ¿hace diez años no la ves?, ¿que fue lo que sucedió?

- salio por comida, más allá de las montañas, además dijo que iría a ver konoha

- ¿konoha?

- si, al parecer era el único lugar donde habían podido sobrevivir y estos tipos no podían entrar

- oh, increíble..

- y tu, karin?

- yo que?

- tus padres... que a pasado con ellos? - pregunte mirándola, interesada en la historia que me fuese a contar

- ¿padres?... Hmmm, nací por necesidad, por la necesidad de ellos como justo ahora están, no recuerdo a mi madre y mucho menos a mi padre, crecí pero normalmente la comida que nos daban no era suficiente así que estaba a punto de morir, siempre que los amos iban a comprar cada vez que me miraban decían que no serviría para nada.. hace tres años el amo me compró y me trajo aquí, agradezco eso... ya que los guardias me utilizaban a su beneficio... aquí... me siento segura- decía karin con un leve sonrojo mientras miraba el suelo

- ya veo..- ¿era broma?, karin y yo nos llevamos bien pero pensamos completamente diferente, somos de diferentes mundos, el futuro que ella ve esta junto a sasuke y mi futuro lejos de estos chupa sangre.

- es tarde, volveré a mi habitación, nos vemos mañana, Sakura. - dijo karin mientras se marchaba de mi habitación

- nos vemos mañana karin- dije viéndola salir.

Al minuto de que karin se fuera, cerré la puerta con llave, igual la ventana, al menos me sentía un poco más segura al dormir completamente encerrada.

[.....]

- Sa...Ku....ra

Hacia frío, mis dedos estaban fríos igual mi nariz y mejilla, sentía el aire frío, sentía mis ojos pesados y no quería abrirlos... un momento, ¿quién me había llamado y por que hace tanto frío?, inmediatamente abrí mis ojos y me senté en la cama, justo lo que pensaba

- u-un! Un chupa sangre de dos patas!- grite mirando al vampiro que estába mirándome mientras leía el libro que yo había tenido.

- ¿no paras de insultar?- dijo Indra dejando el libro a un lado y luego acercándose a mi

- ¿po- por que?!, ¿cómo entraste?- me va a comer..!

- por la ventana- dijo sentándose en la cama muy cerca de mi - estoy aburrido, necesito entretenerme con cualquier cosa

- a?........ - estaba sin palabras, empecé a pensar que es lo que pasaría conmigo lo cual no me daba tiempo de reaccionar

Y luego me encontraba en medio de sus brazos tocando de la forma más repugnante mis senos

- que firmes son - hablo en mi oído

- no....- hable con mi débil voz temblorosa

El sin importarle nada quitaba mi ropa, yo intentaba cubrirme para que no me viera, tenía miedo y mi débil voz no me ayudaba mucho, solo podía decir no...

Sasuke....Sasuke.... porfavor..... donde quieras que estés.... porfavor....te....

- Sasuke..!- mi voz hizo un hilo de una voz delgada pero fue la única que pude mencionar con más fuerza, solo rogaba por que en toda la mansión se pudiera escuchar...

- ¿que crees que haces Indra?

Su voz... su firme y ruda voz... era el... el estaba allí cerca de la puerta asesinando con su mirada a Indra, quería correr hacia sus brazos y que me protegiera, no quería ser tocada, no de Indra...

- dijiste que tus esclavas estaban a nuestra merced- dijo indra mientras se ponía de pie

- creo que entendiste mal, ellas te ayudarán en el oficio de la casa, nada más, no te hagas ideas estupidas. Ellas son solo mis esclavas, búscate las tuyas, yo pagué por ellas.









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