capítulo 22

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Esa voz... era el! Era Sasuke!

Mi mirada fue directa a la de el, estaba ahí, ¿acaso fue el destino?, si, si!

Sus penetrantes ojos me miraron, no había cambiado absolutamente nada desde la última vez, en cambio yo me hacía más vieja cada día.

Me sentía desmayar, mi cuerpo se tensó y hervía, sentía mis mejillas y orejas arder, mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, una gota de sudor caía por mi cuello.

El seguía igual de sombrío que siempre, sus ojos sus cabellos, su cuerpo... Dios! Era tan perfecto!
La palabra perfección había sido para dirigirse a el.

No tengo idea de cuántos segundos o minutos pasaron mientras yo me perdía en aquellos ojos tan oscuros, pero estoy segura de que con mis ojos le grita que lo extrañaba. No lograba saber cuál era en realidad su expresión, pero con o sin expresión me derretía.

Maldito Sasuke.

- 1.000. - hablo Indra dañando el momento, estaba justo al lado de sasuke.

Esperen que?, ¿Indra?, y ese que hacía ahí?? O peor aún, NO QUIERO QUE EL ME COMPRÉ!!!

yo soy de sasuke y de nadie más!

Que?..... acabo de decir........... TRAGAME TIERRA.

mierda. Sasuke es un tipo que me hace echar todo por la borda, no importa que esté en la sima, el me hace descender como la lluvia caer, esta mal, esto esta muy mal. ¿Por que Sasuke?, en la Aldea existen más personas como yo, humanos, algunos con mis gustos, valientes, amables... ¿por que me tengo que fijar en sasuke?

Sasuke es un hombre que te asesina con la mirada, escarba en todo tu ser con sus ojos, su mirada te bloquea, es brusco, me hace daño, solo me utiliza.... pero aún así.... Sasuke me atrae mucho más que cualquier otro hombre.

Desde que huí de la mansión no hacía más que pensar en el y en miles de escenas donde el viniera a buscarme, simplemente eran capítulo de una historia ficticia.

- 1.200 - hablo sasuke.

- ... me rindo. - hablo resignado Indra.

- el número 7 a sido vendido en un precio de 1.200!!!! - hablo emocionado aquel hombre frente a mi. - ahora sigamos con el número 8.

Me pusieron la bolsa y me sacaron de ahí, pasé tanto tiempo arrodillada que me dolían las rodillas.

- déjala ahí. - hablo un hombre con voz ronca

Me quitaron la bolsa y frente a mi estaba Sasuke, Indra e Itachi.

- cual es tu nombre?. - me pregunto el hombre

- Sa... - mierda mi voz no sale y, Sasuke esta muy cerca!! - Sakura...

El hombre se molestó inmediatamente y luego de lanzarme una mirada llena de odio se fue de ahí, sin despedirse.

- así que esa era tu carta bajo la manga. - hablo Indra interrumpiendo el incómodo momento.

- cuanto tiempo, Sa ku ra. - Itachi se acercó a mi - ¿cómo es que terminaste aquí luego de desaparecer?, me tenías muy preocupado.

- huí. - MIERDA!, ¿PORQUE TENIA QUE HABLAR?

- lo sabemos. - hablo nuevamente Itachi- te extrañamos.. me pregunto si cambiaste..

Estaba ya cerca de mi pero que moviera mi cabello a un lado dejando mi cuello expuesto y nadie hiciera nada eso ya era pasarse!

Vi como se acerca a mi cuello seguramente a morderlo. Retrocedi dando dos pasos hacia atrás, quedando libre de sus garras. Itachi se movía hacia mi con su mirada en la mía.

- te molestaría si la tocó? - hablo Itachi acercándose a mi lentamente, como un depredador con su presa.

- No, adelante. - hablo sasuke.

Un momento. ¿Acaso escuché mal?.
¿Donde está la escena donde el me besa y tenemos un reencuentro más amigable, revivimos aquellos años donde estuvimos separados y el me reclama como suya?

Me salí de mis pensamientos cuando sentí la respiración de Itachi en mi cuello.

Sus colmillos se adentraron a mi piel, no hice ningún ruido, solo mordi mi labio inferior y cerré mis ojos con fuerza, mis manos las volví en puño y descargue todo el dolor en ellas.

- basta.... porfavor... - le pedí a Itachi que se detuviera.

Estaba robando de más, Itachi y yo nunca tuvimos tal acercamiento.
Itachi era mucho más brusco que Sasuke o quizás simplemente lo que en realidad yo quería era que sasuke fuera quien me mordiera.

Todo se empezó a oscurecer ante mis ojos, simplemente seguía enganchada a la mirada de sasuke que no me expresaba absolutamente nada.

¿Por que actuaba de esa manera?

















Una luz golpeaba mis rostro, lo que era inevitable no odiar.

Abrí mis ojos, no tenía ni la más mínima idea de dónde estaba.

Me levanté de la cama, era tan enorme, en la Aldea dormía en el suelo, me había acostumbrado a ello y esta cama era tan suave y esponjosa que me dio dolor de cintura.

La habitación en la que me encontraba no era tan grande pero tampoco era un lugar reducido,  tenía, una cama, un armario, un espejo, dos puertas y una ventana.

Me acerqué a el espejo, me encontraba vestida con un mini kimono, que solo llegaba hasta mis muslos, esa era la única diferencia ya que lo demás era idéntico a un kimono normal, en mi cabello tenia una trenza.

La trenza la puse sobre mi hombro derecho. Me acerqué a la puerta dispuesta a salir de la habitación.

Al salir me topé con un largo pasillo que era iluminada por unas lámparas con poca iluminación. ¿Derecha o izquierda?.

No confío en la izquierda, así que empecé a caminar hacia la derecha, no sabía dónde estaba, no tenía zapatos así que no causaba ni el más mínimo ruido, además en el suelo había un largo tapete rojo con bordes amarillos.

No sabía a dónde iba, solo veía más y más pasillos, luego de girar en un pasillo, vi que en la otra esquina había una iluminación Blanca, así que me dispuse a correr hacia allá.

Al girar en la esquina solo era una ventana, una enorme ventana. Me acerqué a ella y la abrí.

Esta casa o mansión era enorme, parecía un laberinto y no sabía si estaba en el primero o segundo o incluso el tercer piso.

Al mirar por la ventana me di cuelta que estaba en el segundo piso, ¿cómo haría para ir al primer piso?

No tenía de otra más que saltar desde la ventana, luego me dejaría ver haciendo la que va a huir y luego planeo otra cosa. Por ahora debo bajar.

Me subí a la ventana, lista para dar el salto de mi vida, si tenía suerte lograría agarrarme de las ramas de aquel árbol que estaba cerca de la ventana, bajaría por el para llegar segura al suelo y sin nada quebrado.

- yo no haría eso.

Puta madre, esa voz!


















Dependiendo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora