capitulo 8

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— ¿Quieres hablar de eso? — Soltó Nina con sus manos en las cuerdas sueltas de su mochila.

Los ojos de la chica se encharcaron e Irina la abrazo, Nina también se aproximó —Solo quiero irme de aquí— suspiró — Ni siquiera sé que decirles. Él y yo...

Se volteó para seguir caminando — Vamos...está bien — Nina la abrazo. Ella siempre era asi, era el soporte emocional de esa amistad porque Irina no era buena entendiendo los sentimientos de los demás. Era una chica activa y Nina era reactiva.

La reconfortó — Vamos caminando las tres y nos vas contando todo.

— No puedo creer que teniendo mi auto allí quieran caminar — Irina se fue tras ellas rascándose la cabeza un poco confundida.

— Entonces... ¿tu padre no lo aprueba o algo asi? — Verónica se quedó pensativa por un momento, miro al cielo y aguzo los ojos.

— Se podría decir que si — Luego jugueteo con sus nuevas uñas — Yo lo bese y no me ha hablado desde entonces...

— Tal vez tiene confusión en su corazón.

— No lo sé. Parecía querer besarme, pero nos interrumpieron — Ella sello sus labios porque se sintió insegura de contar esos detalles.

— ¿Es casado? — Irina soltó desde atrás.

— No ...está comprometido... Es complicado — chasqueo la boca.

— Entonces es mayor que tú — Verónica miro mal a Irina y ella se encogió de hombros.

— Creo que si te gusta igual deberías intentarlo... quiero decir, a ti no te gusta nadie y que finalmente sientas atracción es porque de verdad te gusta ¿No? — Nina tenía un punto, pero el problema no era ella. Él no le hablaba.

— Bueno...– Irina las detuvo — Él no te busca, pero tú también puedes ir a por él — Levantó una ceja — Eres Verónica Arkádievich — se posiciono en medio de ellas dos levantando sus manos y haciendo un arco con ellas — la chica más increíble del mundo.

Si supieras que él también lo es.

— Ahora que lo pienso tu serias una especie de atraca abuelos.

— ¡Irina! — la codeó Nina.

Ella se sobó — ¡Ay! Ella lo besó primero ¿No? Es como una violación.

— ¡IRINA! — se exaltaron las dos y ella hizo pucheros.

Se rieron y jugaron a jalarse los cabellos.

A medio camino Irina se cansó— Creo que ya no puedo más... ¿Cuánto más falta para llegar a tu maldita casa? De todas las casas que podíamos ir, eligen la de la troglodita que vive en la luna.

— No soy una troglodita.

— Claro que sí — ella extendió su mano — si no te escribimos no sales de tu caverna — bajo su pulgar — Tienes un tigre de mascota ¿Quién tiene un puto tigre de mascota? — Bajo el índice — Puedes creer que en su casa tienen hasta mayordomo ¿Eso todavía se usa? — bajo su dedo medio — Esa casa esta tan protegida en los alrededores que parece que fueras a entrar a la casa presidencial – bajo su anular – Y por no hablar de su historia familiar: Niña huérfana es adoptada por sexy millonario.

– ¿Sexy? – Nina frunció el ceño.

– Ay, por favor. No me digas que nunca lo has visto Karenina... es el sueño erótico de todas las mamás cuarentonas de este pueblucho.

– ¿Solo de las mamás? – escupió Verónica.

Las tres se rieron a carcajadas.

Cuando llegaron a la entrada las chicas esperaron a que se abriera la puerta automática. Los guardias saludaban a Verónica mientras recorrían el camino de la entrada a la casa — No lo recordaba tan largo.

VerónicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora