Capítulo 30

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14 de enero, 2019

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14 de enero, 2019

2030 Hrs

Las parrillas familiares eran muy recurrentes en nuestros fines de semanas, a veces tocaba juntarnos en el hogar de Freddy y otras en el mío. Sin embargo, considerando que la familia de mi más viejo amigo era dos veces más grande que la mía, solíamos hacerlas con mayor frecuencia aquí.

Lena era muy apegada a Courtney, se llevaban demasiado bien incluso para mi propio gusto porque la idea de compartir el tiempo de mi mujer con alguien más no era de mi agrado. Considerando que paraba casi siempre lejos por el trabajo, era comprensible querer tenerla sólo para mí.

Aún así, nunca la detenía cuando de sus planes se trataba.

Y cada vez que ella partía para encontrarse con Court, Ash se iba con ella porque estar con la esposa de Freddy era también estar con los nietos de la pareja. Maldecía una y otra vez las llamadas de Courtney porque era un robo seguro por parte suya. Me dejaba sin mi familia con tan solo una llamada.

Ashlyn amaba estar rodeada de niños, por lo que jamás podía decirle que no a la idea de dejarla partir al hogar de los Rivers.

Era un esposo y un padre muy celoso y sobreprotector. Una sonrisa se me escapa al recordar la forma en la que las dos se unían en un intento por convencerme para que las acompañara. Y aunque mi respuesta siempre era la misma, yo simplemente no podía negarme la oportunidad de verlas pestañear tanto, de sonreírme tan perfectamente o de abrazarme y llenarme las mejillas de besos. Al final de cuenta, siempre terminaban esperando por mí para partir junto hacia la casa en la que ahora me encontraba.

Suspiro embelesándome por esos pequeños detalles que incluso ahora me llenan el alma.

Siento el peso y calor de la Palma de Rivers caer sobre uno de mis hombros. Logro divisarlo con una ropa informal, ya no hay traje ni sombrero ni camisa, solo unos pantalones grises y un chompa oscura.

—Mi mujer adora ver todas estas imágenes cada que entra a la mansión —comenta suspirando—, lo que es bastante curioso considerando que casi nunca sale de este lugar. Ah... Pero es reconfortante llegar y ver todo lo que hemos construido a pesar de los altibajos.

—Sí, deber serlo.

Se aclara la garganta y sonríe con timidez.

Giro para enfrentarlo y enarco una de mis cejas. Le rehuye a mi mirada y es que no me cabe en la cabeza el motivo de su regreso tan repentino. ¿Qué hace aquí cuando debería estar en Las Vegas? ¿Por qué llegó como si no hubiese pasado nada y me trajo hasta su casa sin motivo?

—No me gustan los rodeos, Rivers.

Exhala con cautela.

—No es el momento ni el lugar, Ashton. Vi una oportunidad para volver a ver a mi mujer y la tomé, pronto me iré y no sé por cuánto tiempo será ni si seré capaz de regresar. Sabes cómo funcionan las cosas...

LA ODISEA DE ASHTON (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora