Capitulo 37

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Sin dudarlo un solo segundo, los hijos de la noche y de la sangre están librando una batalla, unos por defensa de su hogar, otros para conseguir más poder. Leonard arrasa con todo a su paso, este decidido a acabar con la existencia de quien fuera que a provocado este desastre, abría las gargantas de cualquiera mientras tanto Smaug, visualizaba desde lo más alto de su fortaleza, a que clase de ejercito se estaban enfrentando, no había mucha diferencia con el suyo y el enemigo.

-Disculpe -dice un hombre- , ¿cuándo entraremos en la batalla?.

-Nunca, no puedo arriesgarme a que me lastimen, debo estar en estas condiciones, solo es una medida de seguridad para que nadie sospeche.

"En especial Raziel", pensó Arwen, lo menos que querría hacer es que Raziel sospeche de ella después de recibir la noticia de que ya no habia mas competencia en esta zona.

-Pero -dice Arwen rompiendo el silencio- si tengo que hacer una visita a una vieja amiga.

Sin poder evitarlo, Arwen esboza una sonrisa cargada de ansiedad, ella sabía que ese sería su ultimo encuentro.

-En marcha -le ordena-, antes de que sea tarde.

" Tengo siete horas para acabar con ella de una vez por todas , Raziel sera mío otra vez".

Al principio sonaba tonto y absurdo pero la idea de rodear toda la batalla, que a fin de cuentas, era sólo una pequeña distracción para llegar a su objetivo principal, Victoria. Arwen conocía bien la naturaleza de los hijos de la noche, su instinto de proteger al más débil jamas se a visto omitida, pero lo interesante de este caso es que a quien están protegiendo es una hija de la luna, su peor enemigo o al menos eso era lo que creían los hijos de la noche.

Gota rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora