Capítulo 9

37 1 0
                                    

Todos tomaron sus armas, Alexander tomo un largo cuchillo y se puso a pelear con Edwin, mientras su compañero y yo nos observamos fijamente esperando algún movimiento de alguno de los dos.

-No usare un arma contra una niñita como tu-se burlo-.

-Como te atreves a llamarme de esa manera- grite furiosa-.

El hombre se preparo para dar su primer ataque, di un paso hacia atrás y choque con la mesa de billar, en ella había un palo, el cual de inmediato pensé en que podrían defenderme lo apreté muy fuerte asegurándome que en el momento de dar el golpe no lo soltara, sin previo aviso el hombre se lanzó con migo, alce mi brazo junto con el palo y esta choco contra su cara y cayo al suelo. Salia poca sangre de su boca, espero que den puntos extra por romperle los dientes, sentía una extraña sensación en mi y no una a la que le desagradara mas bien una que lo disfrutaba, solté el palo y me agache a tomar una pequeña navaja de color rojo.

-Retira lo que dijiste idiota o desprenderé tu cabeza de tu cuello -lo amenace-.

-Me llamo Wesley zorrita.

Sentí aun mas furia que hace unos cuantos segundos, apreté fuerte la navaja y la enterré en la pierna izquierda de Wesley y el grito con todas sus fuerzas tanto que me lastimaba los oídos, su cara estaba rígida y repleta de sudor, retire la navaja de su pierna y la metí a mi boca, disfrute probar su sangre como si fuera una paleta de cereza o algo por el estilo, ya nada podía detenerme estaba decidida a acabar con el de una vez por todas, me puse frente a Wesley y apunte a su cuello.

-No dejare que eso pase-grito Edwin-.

Dejo a Alexander a un lado y se encimo contra mi, empeño todo su peso con migo y como era de esperarse era muy pesado, caímos al suelo, tomo su arma que tenia inicialmente contra Alexander, trate de safarme con todas mis fuerzas pero era inútil, sus manos eran terriblemente enormes hací que aprovechó eso para tomarme de ambos brazos con su mano hacia mi cabeza dejando totalmente desprotegido mi cuerpo.

-Esto se vera muy lindo en ti -dijo clavando la navaja en mi hombro derecho-.

Grite con todas mis fuerzas, Edwin se levanto mientras yo me retorcía de dolor lo mire, su mirada parecía satisfecha pero ala vez se veía decepcionada, trate de ponerme de pie pero Wesley me tomo del brazo y presiono mi herida, trataba de no gritar pero era inevitable, miro a su derecha y encontró el palo con el que yo lo había golpeado, sonrió, tenia una idea y creo que no era buena para mi, fácilmente se puso de pie lo cual me dejo muy impresionada, no tenia sentido que seblevante con esa facilidad ¿que significaba?. Tomo el palo y comenzó a pegarnme con el con todas sus fuerzas para rematar me dio un golpe en la cabeza, sentí que todo me daba vueltas hasta el punto en el que todo se hizo borroso hasta estar completamente oscuro.

-Despierta- me susurraron-, despierta.

Abrí los ojos de golpe, me dolía todo el cuerpo no tenia fuerzas para nada ni para alzar la cabeza a asomarme a ver en donde estaba.

-Al fin despiertas zorrita- dijo Wesley entrando a la habitación.

-¿Donde estoy?- dije tratando de levantarme-.

Di un fuerte jalón pero no logre mover mis brazos, mire hacia arriba a inspeccionar que era lo que ocurria, al ver que estaba amarrada con cadenas en la cama.

-Esperó que aun seas virgen.

Gota rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora