Capítulo 45.

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-¿Estas segura de que quieres hacer esto? -me pregunta Leonard por sexta vez -.

-Si, estoy segura -le respondí por sexta vez -.

- Mañana temprano te llevaremos -dijo Smaug -.

-No hay tiempo, debo llegar antes de que se ponga el sol.

-Debo estar con mi gente, yo no... Leonard -su rostro se ilumino por completo -.

Los ojos claros de Leonard permanecieron clavados en los de Smaug, parecía una conversación en la que no podía escuchar nada.

-Esta bien -dijo Smaug -.

Sin decir algo más, se aleja de nosotros.

-En marcha - me avisa Leonard -.

El trayecto estuvo acompañado de un par de palabras y un largo silencio, claro, sin olvidar nuestra viejo amigo, el sol pero para nuestra suerte ya estaba ocultándose, diría que esto parece un desierto si no fuera por la vegetación y algunos árboles.

-¿A qué se debe tu repentina decisión de regresar?.

-Ya te habias tardado en preguntar -le respondí -, deje varios asuntos sin resolver y siendo sincera conmigo misma tengo muchas dudas que solo una persona puede responder - "y también un pequeño asunto con Arwen"-.

-Entiendo, pero quiero que estés consiente de una cosa, Victoria -dijo-, de alguna forma tienes nuestras habilidades y aún no lo dominas... Antes de la siguiente luna llena, necesito que regreses, ¿de acuerdo?.

-De acuerdo.

Como la mayoría de los días, el sol esta insoportable, por fortuna conforme ha pasado el tiempo, ha disminuido la temperatura, no tardará en ocultarse por completo.

-¿Ahora que? -dijo Leonard-.

-¿Nunca has estado aquí? -pregunte curiosa-.

La dichosa entrada, donde todo inició y donde pudo haber terminado todo, con lo que ha pasado los últimos días, y la gran ayuda de mi memoria, no recuerdo con exactitud como se abría Maldito Patrick y sus experimentos, fue un error haberme ido, haberle echo caso a una anciana que probablemente sólo quería asustarme o simplemente estaba loca de remate.

-Ve con los ojos cerrados y entra... -dijo Leonard-, ¿qué significará?.

-No lo sé -un recuerdo salto a mi cabeza, haciéndome rememorar el momento en el que en este mismo punto leí lo que Leonard me acaba de decir y, al mismo tiempo, tocaba la puerta, o al menos haci lo hice la primera vez -.

Me acerque a la puerta, con un poco más de confianza, estire mi brazo tocando la puerta con la palma de mi mano, repetir la misma oración, la puerta rechino y en poco tiempo estaba competente abierta.

-Impresionante -dijo Leonard con asombro -, como te dije antes, nunca he estado aquí antes pero he escuchado rumores y dicen que este es un lugar horrible, más que el mismo infierno.

-De echo es muy parecido a tu hogar, si consideras tu casa como un infierno, si, este lugar también lo es.

-Voy a descubrirlo -dijo en voz baja-.


Listo, esta completamente limpia, esta espada esta lista para ser usada, sentado en un sillón, con los nervios a flor de piel por lo que sea de lo que me vaya a enterar a continuación, pero mis ancias fueron cruelmente interrumpidos con el sonido del timbre, ¿quien podría ser?, seguro es Alexander, rayos, no tengo tiempo para esto, de inmediato abro la puerta y veo a Arwen, estaba jugando con uno de los mechones sueltos de su cabellera.

-Hola -dijo ella-, ¿listo?.

-¿Para qué?.

-¿Enserio lo olvidaste?

¿Qué olvide?, no tengo idea de que esta hablando y como dije antes no tengo tiempo para esto.

-¿Puedo pasar? - no espero mi respuesta y me hizo a un lado para poder entrar -, linda espada.

-Arwen -la llame -, tengo algo muy importante que preguntarte.

-Te escucho -me respondió de mala gana -.

-¿Victoria esta viva?.

Gota rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora