Capítulo 30.

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-Tenemos que salir de aquí -grita Smaug-.

Victoria trata de romper el vidrio que tiene adelante de ella. Leonard esta inmóvil. El acompañante de Patrick con cara de aterrado, se aparta de Smaug y sale huyendo. Patrick, desesperado, lanza una patada en dirección de Leonard, rapídamente se pone de pie y abre uno de los casilleros que tiene arriba de él. Saca de uno de ellos una pequeña bolsa de color negro y sale huyendo de la habitación. Leonard sigue conmocionado en el suelo mirando detenidamente a Victoria, ella da unos cuantos pasos hacia atrás, se queda quieta unos segundos, alza la mirada y corre rumbo a la ventana, utilizando sus patas traseras, toma impulso dando un gran salto dando un fuerte golpe en el vidrio haciendo que se escucha un fuerte crujido en el vidrio protector, Smaug se pone de pie y toma del brazo a Leonard ayudándolo a ponerse de pie y subir las escaleras.

-Regresa -grita Leonard-.

Patrick esta parado en la salida de la casa con una jeringa en manos.

-¿Qúe contiene? - pregunta Smaug-.

-Un potente anestesia - le responde-.

-Supongo que es para Victoria-.

Él asiente, en lo más oscuro de la sala, rumbo a las escaleras, se escucha cristales caér al suelo.

-Ya viene en camino -avisa Patrick preparando la jeringa-.

Dos círculos amarillos brillan en medio de la sala, Smaug se da cuenta y da un pequeño golpe a Leonard en el hombro, al final Patrick se da cuenta. Patrick da un par de pasos hacia atrás, sin perder de vista a Victoria. Ella muestra sus afilados colmillos y corre con dirección a Patrick, él se da media vuelta y se adentra en el frío y oscuro bosque, Victoria lo sigue, Leonard y Smaug los sigue por detrás. Patrick corre y corre sin rumbo fijo esquivando los arbustos y ramas de los árboles pero el estaba más que consiente que eso no era suficiente para dejar a Victoria atrás, mete la mano en su bolsillo buscando la jeringa, traga saliva, se da la vuelta preparado para inyectar a Victoria, se queda paralizado, no hay nadie, ningún sonido que no sea su respiración. 

-Acaso ella...... - se pregunta-.

-A este paso jamas los alcanzaremos - se queja Leonard-.

-Ten paciencia los encontraremos solo tenemos que......

-¡Mira! -grita Leonard interrumpiendo a Smaug-.

La figura de una mujer tendida en fango llena de rasguños y una poderosa mordida en su pierna, ella no se mueve. Leonard no duda un solo momento y se acerca a ella para ayudarla.

-Aun respira -afirma Leonard-.

El brillo de la luna se havía consumido temporalmente, las nubes la escondían y Smaug estaba consiente de ello, aun no terminaba.

-Es una buena oportunidad para ponerla a dormir -dice Patrick-,muevete, solo estorbas.

- Olvídalo -gruñe Leonard-, no dejare que le hagas mas daño.

Gota rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora