Gota roja

Capitulo 4.

Abrí los ojos y mire a Bianca, estaba aterrada, luego mire a todo mi alrededor, todos me miraban con horror, me puse de pie y corrí hacia la salida, tropecé un par de veces pero no caí, después de un rato llegue a mi casa a meditar lo que acababa de pasar en el instituto, para eso me di un baño. Me seque mi cabello con mi toalla, había mucho vapor caliente a mi alrededor, dirigí mi atención al espejo, cerré os ojos y camine hacia mi cama para dormir un poco, en unos cuantos instantes quede sumida en un profundo sueño.

*Una luz roja se aparecío a pocos pasos de mi, confundida y hundida en una gran curiosidad decidí acercarme a ella con cautela, despúes de unos minutos la luz roja se transformo en el mismo dibujo que vi en la escuela atrás del salón, pero estaba dibujado en sangre.

Al cabo de unos cuantos instantes todo se oscureció, como un apagón en una tormenta.

La noche era oscura y fría, todo parecía estar muerto, muy tenebroso como suele suceder en las películas de terror, una joven de unos veinte años caminaba confiada buscando a alguien en especial, la chica se detuvo y se sentó en una gran piedra.

-No debería estar aquí- dijó un viejo-, es muy tarde.

-Oh-gímio la joven-, no estaré mucho solo espero a mi amado.

El viejo se retiro lentamente y desapareció en las sombras , cada vez se hacia mas de noche , se escuchaban los animales rastreros que corrían en busca de comida, los búhos acechando y vigilando la noche a plena luz de la luna.

-Estefani-le susurro al oido un hombre-.

-Amor aquì estas- dijo en tono aliviado-.

La joven asustada se acerco a el y lo abrazo con mucha delicadeza, el hombre tenia la mano izquierda metida en el bolsillo, parecia estar sosteniendo algo.

-Esto no va a funcioner-le susurro-.

Alzo su mano y saco una pequeña navaja, tomo a la joven del brazo y enterro la navaja en su estomago, la joven comeno a grtar y cayo al suelo, la sangre brotaba de su cuerpo sin control alguno, el hombre tirola navaja y saco un pañoelom para secarse las manos.

-Me las pagaras- lo maldijo la joven- mi hija te matara-.

Abrì los hojos y me levante de golpe, me lleve las manos a la cara, estaba completamentre empapada de sudor, era todo oscuro, mire el techo hasta que un ruido campto mi total atencìon me volvì a acostar, busque algo con mi mano en la mesita de noche que tenia a mi lado y milagrosamnte habia un vaso de vidrio, se escucharon unas pisadas que se hacercaban poco a poco en mi avitacion.

Se prendio la luz, instintivamente lance en vazo, sigilosamente Raziel esquivo el vaso.

-¿Tu quieres matarme cierto?- se quejo Raziel-.

-¿Que haces aquì Raziel?.