Capitulo 47

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Arwen dio tres pequeño pasos en hacia delante, lo que me obligó a dar un salto para atrás, mi espalda choco con la puerta, ella aprovechó  y se colocó a mi lado izquierdo apoyándose en la puerta, me aleje de ella lo cual me adentro aún más a mi habitación, desde que tengo uso de la razón, siempre decía que mi habitación era el mejor lugar para estar pero en estos momentos no lo es.

-¿Te asuste? -dijo divertida-.

-¿Qué más sabes? -dije tratando de evadir el tema-.

Jamás había estado tan nervioso, fácilmente podría darle un empujón y salir de aquí pero quiero saberlo todo. Hasta ahora solo me ha dicho que Patrick tuvo cautiva a Victoria, después de que su ayudante la hiriera, luego le hizo experimentos para ver cuales eran los cambios que estaba presentando, pero lo más impresionante de todo esto es que pueda cambiar en todas las lunas llenas como si fuera una hija de la noche pura y alimentarse de sangre como debería hacerlo originalmente, luego de todo eso, Victoria término acabando con la vida de Patrick y que dos hijos de la luna la ayudaron.

-Tranquilo, ya casi término -puso el semblante serio -, luego de aquella pérdida hize lo que debió hacerse desde hace años, reuní un grupo de vampiros, de diferentes partes del mundo, y juntos atacamos a los hijos de la luna, no acabamos con todos por ciertas razones, pero de quien si te puedo asegurar que no sobrevivió, fue ella, Raziel.

-A todo esto, Arwen -le respondí -, ¿por qué?, ¿qué ganas con todo esto?.

-Ya te dije que la razón no es importante y ahora que sabes todo esto, no puedo dejarte salir de aquí, no con vida.

-¿Qué? -dije sin poder creer sus palabras-.

-¿Ahora eres sordo?.

Se subió un poco su playera, y me permitió ver un arma de color gris para luego tenerla en sus manos.

-Esto dispara balas explosivas de trece milímetros, las balas fueron fundidas y bendecidas con una cruz de la Catedral del Lanchester.

-¿Donde la sacaste? -pregunte aún más nervioso-.

-Digamos que es un pequeño regalo de mi antiguo perro guardián.


-Aquí es -se detuvo Alexander -, ¿entramos por las buenas o por las malas?.

-Me gusta la parte en la que entramos por las malas -dijo su compañero -.

-No se ve o escucha a alguien en el primer piso - dije -, hay que entrar lo más silencioso posible y tomarlos por sorpresa, ¿les parece?.

-De acuerdo -dijo el chico-.

Él se acercó a la puerta, metió su mano en uno de sus bolsillos y al instante sacó una llave plateada para abrir la puerta.

-Listo - abrió la puerta con un ligero empujón-.

Como había sospechado la sala estaba completamente vacía sólo estaba la presencia de sus muebles y nosotros, Alexander se dirigió a la cocina, nada.

-Edwin hay que revisar arriba -dijo señalando el techo-.

Lentamente subimos, Alexander entró en el primer cuarto, Edwin en el segundo y finalmente entre en el tercero, había una cama matrimonial el el centro, pegada a la pared, sobre la cama había una caja negra y roja por dentro, estaba abierta y vacía.

-No hay nadie -dijo Alexander-.

-Aquí tampoco -le siguió Edwin.

-Y aquí menos - finalicé -.

Los tres nos reunimos en el pasillo.

-¿Ahora que? -dijo Edwin-.

Ya buscamos por toda la casa y no hay señales de vida.
El sonido de la puerta cerrándose provocó que todos nos quedáramos como estatuas, ¿Arwen ya regreso?, pasos y pasos que no se detenían y en cuestión de minutos esos pasos subían las escaleras, cada uno regreso a sus respectivas habitaciones, me escondí detrás de la puerta, los pasos se sentían cada vez más cerca hasta que unos dedos abrasaron una pequeña parte de la puerta, estaba aquí.

-¿Victoria...? -una voz masculina, mi corazón se calmo y se lleno de alivio, Leonard.

Gota rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora