C a t o r c e

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C a t o r c e : L a  P e l e a.

Owen está a mi lado izquierdo, estamos admirando las estrellas que se alcanzan a ver en su balcón. Es lindo y no hablo solo del cielo. Es lindo estar a su lado, sintiendo el calor de su cuerpo que llega a mi brazo más cercano a él.

Hace solo seis semanas que llegué y ya estoy más que acostumbrada a esta extraña rutina que adoptamos en la que yo vengo a cenar con ellos y mientras Charlie se arregla y se baña nosotros vemos el cielo y hablamos de cualquier cosa. Hoy en algún momento dejamos de hablar y yo solo veo al chico mirando a las estrellas.

—Nebet-Het ¿puedo hacerte una pregunta?

—¿Es acaso sobre las estrellas? Porque podría fallarte un poco sobre eso, no soy muy buena para diferenciar las constelaciones. —Mi voz baja un poco y continuó: —Excepto una.

La que él creó para mí.

—No, no es de las estrellas. O no del todo. —Owen toma mi brazo con suavidad y me hace girar para ver su cara. —Es sobre algo que me gustaría hacer.

—Oh. —Estoy confundida, mucho. Pero dejo que Owen siga con lo que sea que está haciendo. —Puedes hacerme la pregunta que quieras y si puedo responder, con gusto lo haré.

Owen se acerca a mí en silencio. El recuerdo de días anteriores me golpea, mi cuerpo reacciona sintiendo un ligero escalofrío y creo que olvido incluso cosas básicas como mi apellido y su significado. Culparé a los grillos que suenan y la noche estrellada del día de hoy que ponen el ambiente y claro a mis locas hormonas.

—Puedo ¿besarte?

El rubio está susurrando contra mi piel, siento su aliento en mi cara. Puedo sentir como el aroma a manzana verde entra por mis fosas nasales y se registra en mi bulbo olfatorio. Owen altera todos mis sistemas, no solo el límbico. No estoy muy segura de muchas cosas en mi vida, pero sí sé que deseo besarlo y esta vez no voy a dejar que nada me detenga.

Sus manos están frías sobre mi cintura desnuda por estar solo con un top deportivo. Está acercándome y quiero pedirle que sus manos me sostengan con más fuerza. Afortunadamente no tengo que hacerlo porque Owen me estruja como si me fuera a escapar.

Entonces lo hago, choco mis labios contra los suyos, él acaricia mis mejillas y yo mando mis manos a su espalda. Recorro cada parte de ella sin vergüenza por debajo de su camiseta, sin ninguna intención de querer llevarlo más lejos, solo con la idea que poderlo sentir más cerca de mí, casi he olvidado donde estoy parada.

Casi he olvidado que me prometí no sucumbir a sus encantos porque no soy buena para eso del amor, nunca lo he sido y Tweety Pie es alguien que merece lo mejor de alguien. Casi he olvidado que compartimos mejor amigo y es porque sus labios son tan suaves que valen la pena el riesgo.

Owen me gusta tanto que podría derretirme entre sus brazos ahora mismo. Podría decírselo, sería tan fácil como abrir la boca y soltarlo, solo que no quiero hacer algo incorrecto.

—¡Demonios! —Escucho como Charlie grita mientras se golpea con una mesa dentro de la casa y eso me hace empujar a Owen que se espanta por mi fuerza bruta.

Me río de nervios y de ver su reacción asustada. Después me muerdo el labio inferior casi saboreando de nuevo al chico, mi boca casi me suplica que vuelva a besarlo. Charlie abre la puerta y nos mira con el ceño fruncido.

—Hola Charlie ¿Qué pasa? —Owen le habla con esa voz aguda que ya sé que significa que está evitando hablar de lo que estaba haciendo. Así que supongo que Charlie también lo sabe.

—Me pegué con la mesa de centro. —Dice el castaño aún con un tono de sospecha. Mira a Owen que le sonríe inocente y después me mira a mí. Muerdo mi mejilla con nerviosismo y toco mis labios con mi mano. Entonces sé que lo sabe. Suspira resignado. —Vamos a cenar ¿de acuerdo?

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora