D i e c i s é i s

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D i e c i s é i s : L a s S o m b r a s S o n
S o l o S o m b r a s.

En definitiva, no puedo vivir del aire, por mucho que quisiera pasar toda mi vida viajando y conociendo y porque no decirlo estando todo el tiempo con los protagonistas de la serie fantasmal, no soy rica. No tengo más de mil dólares en la bolsa para la semana así que debo buscar un empleo.

Mientras los chicos están grabando alguna escena maravillosa, yo ya me he recuperado de mi gripa y dejé de sentir pena por mí.

Todos digan gracias Jeremy. Gracias Jeremy Shada.

Es un nuevo día y una nueva oportunidad para hacer algo que no he hecho. Hoy dejaré de ser desempleada, así que hago el camino de una hora para llegar al museo en el que quiero trabajar.

Las calles de Los Ángeles son una cosa de otro mundo. Hay personas con diferentes estilos y todos lucen alegres, otros van corriendo a sus trabajos, amo la ciudad y como todos viven una vida dual completamente diferente

Entro al museo del Holocausto y una sensación de tristeza me alberga, mi piel se eriza y de verdad espero que me dejen trabajar aquí para poder contar las historias que todos deberían conocer sobre la SGM.

Entro a la oficina administrativa y me recibe un chico moreno muy guapo. No se puede negar que esta es literalmente la ciudad de los ángeles. Respiro profundo para soltar mis nervios y me acerco con mi mejor actitud de confianza.

—Hola, vengo por el puesto de guía. —Sonrío lo mejor que puedo y entrego mis papeles.

Después de eso todo es pan comido: JJ que es el director del museo me contrata de inmediato y me cuenta como es que siendo tan joven consiguió llegar a su puesto. Menciona como resultó que uno de mis profesores me había recomendado y estaban esperándome.

Asumo que es mi querido profesor de historia universal de tercer semestre a quien le comenté mis planes de mudarme aquí y pedir el empleo. Debería llamarlo más tarde para darle mi agradecimiento.

Paso toda lo que resta de la tarde ayudando a JJ a arreglar papeleo del museo y conviviendo con el resto del personal del museo. Me entregan un uniforme de guía y cuando toco la suave tela de la camiseta gimo de emoción causando risa en todos ahí con quienes ya hice clic. Un chico llamado Jonathan de mi edad y que resulta ser hermano de JJ me invita un café que acepto con total emoción.

—Entonces Neftis ¿de verdad vienes por acompañar a tu mejor amigo? Desearía tener una amiga como tú.

—Bueno sí, Charlie es muy especial para mí. —Mi estómago se estruja por recordar los buenos momentos con Charlie y pienso que me urge hablarle para arreglarnos. —Y esta oportunidad es muy buena también. Trabajaré en algo que me gusta ¿qué más podría pedir? y oye yo puedo ser tu amiga, si quieres.

—¡No quiero! —Su respuesta es rápida y me lastima un poco. Nadie me había rechazado tan rápido. De inmediato él recompone el camino de la conversación. —No porque no crea que eres genial, es porque quiero conocerte de otra manera ¿me entiendes?

¡Oh diablos! Mmm... perdón. ¡Oh arcángeles! Este chico está coqueteando conmigo y yo no había entendido.

Es tan guapo como su hermano. Su piel morena brilla contra el sol y sus ojos cafés son tan atractivos que me desconcentro de lo que está diciendo.

Será mejor que asienta con la cabeza mientras sigo aquí en mis pensamientos.

Él se ve animado y yo sigo pensando en que es muy probable que pase tiempo en el gimnasio porque esos brazos no vienen de comer cereal. Es un poco más fuerte que Owen, pero Owen tiene ese plus que...

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora