V e i n t i s i e t e

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V e i n t i s i e t e : L a s N o c h e s D e
V e r a n o.

Las noches en mi habitación o en la habitación de Owen comienzan a volverse una rutina que me fascina. Estas últimas dos semanas han sido como soñadas gracias a esas noches donde todo lo demás desaparece, no hay mundo exterior más allá de las cuatro paredes y no hay problemas que no tengan solución. No hay forma de que estas noches no me hagan sentir invencible y confío en que Owen se siente del mismo modo.

Me lo demuestra con sus historias que en ocasiones no tienen sentido que matan mi modo romántico. Esos comentarios que suenan como "estoy tan cómodo aquí que podría hacerme pipí en tu colchón" o las preguntas extrañas que surgen en su cabeza en los momentos más inoportunos.

Por ejemplo, hace un rato me preguntó "¿cuál crees que sea la explicación científica de que los mapaches hurten cosas? Creo que solo es un cuento de Pocahontas." Y aunque suene extraño ninguna de esas cosas me hace sentir que me gusta menos o que quiera alejarme de él.

En realidad me gusta cada vez más y aumenta mis ganas de abrazarlo cuando estamos juntos porque eso hace que su calor corporal choque con mi piel que está fría de manera constante. Me gusta como nuestras piernas se entrelazan en una manera confidente y cuando Owen acaricia mis mejillas con su nariz haciéndome reír, o el momento en el que siento su respiración en cuello. Esa última me gusta y me enloquece en partes iguales.

Justo ahora Tweety Pie está en la cama cantando muy por lo bajo con los ojos cerrados. Su playlist está en aleatorio, pero cuando suena una canción movida la cambia para que todas tengan el ambiente tranquilo.

Mi pierna está casi sobre su abdomen para que me sea más fácil verlo y es que no puedo dejar de admirarlo. Sé que ya está cansado de un largo día y a pesar de que le digo que se duerma no lo hace y deja su mano continué dando suaves caricias a mi muslo.

Intento no hacer mucho ruido ni movimiento para que descanse y en caso de que sea posible se duerma. Acaricio su cabellera rubia suave. Su canto me tiene hipnotizada

¿Cómo le hace para dar con las notas correctas todo el tiempo de una forma tan sencilla?

Creo que canta a propósito porque sabe que me vuelve loca con su voz, tanto que me dan ganas de besuquearlo a lo desgraciado. Owen es una persona muy musical y cada vez que puedo intento recordarle que es increíble en su trabajo.

Comienza a cantar más fuerte la canción, abre los ojos y acaricia mi mejilla con la mano. Me mira directo a los ojos idiotizándome más, él sabe lo que está provocando en mí. Quiero que me bese, quiero besarlo, pero tampoco quiero interrumpir su canto de forma abrupta, si pudiera escucharlo siempre lo haría y si pudiera besarlo siempre también lo haría.

—Ya cállate por favor, mejor dame un beso. —Suplico en un susurro acercándome a él.

Owen se niega y gira hacia mí, pone una postura de ofensa.

—¿Estás diciendo que canto horrible? —También susurra, pero de una manera picara que me hace sentir que vuelo.

No, tonto. Dije que quería un beso.

Me aprieta la pierna y acerca más su cuerpo al mío. Siento que mi corazón late contra el suyo cuando pasa sus manos por mi espalda y cómo está juguetón decido seguirle la corriente.

Dios mío de verdad, quiero que me toque y no se detenga.

—Eso fue lo que dije genio. —Acaricio de nuevo su cabello, porque dos podemos jugar este juego.

—¿Entonces porque los comentarios en Twitter dicen lo contrario? —Levanta sus cejas. —¿Por qué soy Alex? ¿Y por qué te encanta escucharme?

—A todos nos da pena decirte la verdad Twinkie. —Ninguno de los dos cede ante el juego y a mi parecer el tono de Owen es sumamente sexy.

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora