🧿La verdadera amistad (extra)

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Charlie.

Del como conoció a Neftis.

Hay cuatro personas en la parada de autobús, donde mi hermano me dijo que debía esperarlo si me perdía. Tengo 12 años y no soy experto andando en la ciudad yo solo, por eso mi hermano Pat siempre me acompaña y es divertido tener una familia numerosa, a pesar de lo que pueden decir por ahí.

Me detengo junto a una niña que debe tener mi edad o un año menos. Está murmurando algo y aunque no trae audífonos sé que canta, no creo que esté bien espiar y aun así es lo que hago, me acerco más para escuchar mejor. Una melodía de Katy Perry llega a mis oídos, no puedo controlarme cuando se trata de cantar, la música corre por mis venas.

California gurls
We're unforgettable
Daisy dukes
Bikinis on top
Sun-kissed skin
So hot
We'll melt your popsicle
Ooh oh ooh
Ooh oh ooh

Ella canta más fuerte la última parte. Creo que la canta para que yo la escuche. Parece que no le da pena y aunque no me conoce continúa cantando conmigo, se da la vuelta y me sonríe por seguirle la corriente.

—Hola. —Dice ella muy efusiva y con una gran sonrisa en la cara. —Soy Neftis, ¿y tú quién eres?

—Charlie. —Estiró la mano siendo formal, pero ella de inmediato me abraza y es raro que no me parezca raro y también le regrese el abrazo. —Me gusta mucho esa canción.

—A mí igual tengo el nuevo disco, ¿quieres escucharlo?

La sonrisa no desaparece de la chica pelirroja, más bien crece y eso hace que la comisura de sus labios se arrugue un poco, también noto que cada vez que sacude la cabeza el ligero flequillo que tiene se mueve haciéndole cosquillas sobre las cejas. Se nota en cómo se las rasca con desesperación.

—Uh, sí quisiera ir. —Dudo un momento. —Pero le prometí a mi hermano que esperaría aquí y no sé si seguro irme.

—No voy a robarte. Mira, ahí trabaja mi papá. —Señala la tienda más extraña que alguna vez yo haya visto, tiene una pinta antigua. —Es una perfumería y desde ahí puedes ver cuando tu hermano llegue.

No tiene que decir mucho más para convencerme, tomo su mano y dejo que me lleve mientras seguimos cantando a Katy Perry.

Incluso cuando cruzamos la puerta de vidrio y un señor muy alto y con el cabello castaño nos saluda y Neftis me presenta como si me conociera de toda la vida, incluso en ese momento no me siento extraño o fuera de lugar, es gracioso porque yo también siento que la conozco desde antes de este día.

—Él es Charlie papá, viene para que escuchemos el nuevo disco de Katy Perry.

—Hola Charlie, yo soy David Dubois, pero puedes llamarme David o como gustes. —El papá de Neftis es muy amable, se parece demasiado a su hija.

—Hola señor Del Bosque. Es un placer. —Él frunce el ceño cuando lo llamo así, pero no dice nada. Parece que le causa gracia.

En las bocinas de la tienda se escucha el nuevo disco de la cantante por la que llegué aquí, el volumen aumenta y eso hace que de una puerta que no había notado salga una señora elegante y con el cabello naranja rojizo, muy similar al de Neftis.

—¿No ibas a ir a la clase de teatro Cordelia? —Suena molesta, su frente está arrugada y me da miedo como posa su mirada en mí. —Bueno jovencito ¿y tú quién eres?

—Yo soy Charles Gillespie, señora. Es un gusto. —Le extiendo la mano al igual que al papá de Neftis. —Tienen una tienda hermosa y muy interesante.

El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora