El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)

V e i n t i d ó s

V e i n t i d ó s : L a M a l a M a s c a r i l l a.

En el departamento de Jer está Carolynn preparando la cena. Huele delicioso y después de presentaciones donde más que presentaciones soy yo al fin conociendo a Car hablando como si nos conociéramos de toda la vida y los abrazos que llueven por todas partes me ofrezco voluntaria para ayudarle a la chica. Por cortesía nada más porque deseo por el bien de todos que ella diga que no.

La respuesta de Carolynn se ve interrumpida por Charlie que se convirtió en un cocinero de lujo quien arrastra a Owen a ser los asistentes culinarios de la castaña.

—No creo que queramos morir todos hoy ¿verdad? Así que nosotros te ayudaremos ¿cierto Owen? —Charlie jala al rubio separándolo de mi lado y lo acomoda en el suyo.

Creo que eso fue más por celos que por la necesidad de probar su punto, pero lo dejo pasar porque ya estoy muy cansada como para discutir algo que no tiene sentido.

¿No es acaso Chowen una institución de este país?

—¿Sí? —Mi rubio pregunta no tan seguro de querer ayudar. Charlie le da una mirada asesina y hace una señal que indica que lo importante es que yo no cocine. —Digo ¡Sí!

Owen se acerca para tomar el cuchillo y una tabla. Todos se ven más tranquilos cuando yo me alejo de la comida. Entiendo que ya tengo una reputación y la verdad me da mucha risa que Charlie y Owen se encargaran de ella.

Frente a la cocina y rodeando la mesa estamos Savannah, Jeremy, Madison, Jadah y yo. Me hace falta Sacha para completar el grupo y que esto sea un completo espectáculo, pero estoy segura de que aun así habrá mucha historia para contar.

—Okey ¿alguien quiere saber que encontré el otro día limpiando mi camerino? —La chica rubia corre a buscar su maleta. Mi estómago se contrae y no es precisamente por hambre.

Solo digo que, si no tienen nada bueno que decir, mejor que no digan nada ¿cierto Dios?

Todos están expectantes a lo que ella pueda mostrarles y yo solo deseo que no sea lo que pienso...

Savannah nos muestra a todos un dibujo del rubio, claro de mi autoría. Viéndolo bien es bastante bueno, creo que mi mejor trabajo hasta la fecha. Estaba inspirada ese día , solo que eso no quita lo vergonzoso que es que todos vean e imaginen el tiempo qué paso pensando en Owen.

Dios, ya suéltame me estás lastimando. Debe haber otros que pueden servirte de diversión.

Utilizó mi última carta bajo la manga y es más bien algo que llamarían patadas de ahogado: intento involucrar a la chica en la historia del dibujo.

—No sabía que dibujabas Sav. —Ella me mira levantando una ceja, los demás creen que es real que ella es la artista. —Es muy bueno. Realmente bien.

Genial, todo puede solucionarse con un poco de ingenio... Y polvo de hadas.

—¿Tú crees? No soy una artista... o bueno no esa clase de artistas. ¿Alguien sabe de alguien que tenga una mano prodigiosa para el dibujo?

Eso llama la atención del castaño que sigue concentrado en picar cebolla. Le suplico en silencio que no mencione nada, pero claro que no me hace caso. Nunca me hace caso.

—Ese no es de Savannah, es de Nef. Reconocería su estilo y sus trazos en cualquier lugar. Además solo ella y yo vemos lo bonito en Owen y yo apesto dibujando así que hagan sus conclusiones. —Charlie apunta el dibujo con el cuchillo, yo niego una vez más con la cabeza y me rasco el cuello nerviosa. —Deberían ver sus apuntes de la universidad.