Kidnapper Peach [TimJay]

Parte 36

La azotea no fue un problema. La recorrieron sin mayor obstáculo hasta encontrar las escaleras que los llevaron a una zona más discreta. Las gigantescas bodegas alrededor formaban callejones obscuros y silenciosos. Timothy los aprovechó dándose una cubierta que los alejaría de los enemigos que de inmediato salieron en su búsqueda.

Durante el recorrido, ninguno tenía ciertamente ganas de hablar, sin embargo, el mayor de los dos se sintió en la obligación moral y fraternal de externar su empatía y comprensión; sobre todo cuando veía a Damian tan ajeno a la personalidad aguerrida y pretenciosa que siempre mostró.

-Damian... -Llamó Timothy de repente luego de minutos completos de silencio-.

-¿Qué...? –Respondió el aludido sofocado y agotado por la caminata que se había vuelto algo insoportable-.

-Yo... -Dudó algunos segundos, pero luego liberó su lengua pensando en que Damian necesitaba algún tipo de consuelo-. Lamento lo que Richard te hizo. En serio. –Dijo cauto, estoico, pendiente de la reacción del muchacho y sin dejar de avanzar, cuidándolo en todo momento, pero atendiendo el entorno donde había gente que ya los estaba alcanzando-. No tienes idea de cuánto siento que ese imbécil te haya tratado así-.

El menor permaneció en silencio. Realmente estaba tan herido y tan cansado que escuchar la empatía de Timothy no era una prioridad, además, se negaba a percibirse a sí mismo como una víctima, por lo que fingía indiferencia permanentemente.

-Ya cállate... -Mencionó Damian fastidiado, aún conservando esa falta de aliento a causa del dolor-.

Timothy sonrió.

-Hablo en serio. –Reiteró Tim reacomodando al chico para que caminaran a través de un diminuto corredor formado entre decenas de cajas entarimadas-. No sé exactamente qué pasa por la cabeza de Richard, sólo sé que está mostrando un lado realmente egoísta, egocéntrico y cruel.

-No trates de excusarlo con explicaciones sobre su comportamiento... Tampoco sé lo que le sucede y... -Se pausó a toser un poco-. No me interesa... ¿Y sabes una cosa? Aunque no me gustaría pensar que es verdad... Quizá Grayson siempre fue así... -Agregó tosiendo más fuerte, acompañando sus arcadas con respiraciones escandalosas y algo violentas-.

-Ya, ya no hables, Damian... -Detuvo sus pasos para atender al chico-. Tranquilo. Trata de respirar profundo. Mantén la exhalación y suéltala lentam...

-¡Cuidado atrás! –Señaló Damian de repente, indicando que habían sido descubiertos por dos secuaces armados-.

-¡Maldición! –Exclamó Tim justo al evadir los disparos inminentes que los sujetos detonaron-.

Los reflejos de Timothy fueron suficientes para empujarse a ambos fuera de la trayectoria de las balas.

Damian gimió resintiendo las dolencias de sus heridas. Timothy, por más que trató de no agudizar las cosas, no tuvo más remedio que retroceder en aquel laberinto de entablados y plataformas.

Los hombres que los perseguían, muy pronto se multiplicaron cubriendo varios puntos de esa zona de descarga. Ambos petirrojos se vieron obligados a arrinconarse y buscar caminos alternos.

Damian soportaba titánicamente sus heridas para no gritar o seguir tosiendo, en cambio, Timothy se ocupaba de protegerlo y disminuirle la carga de su cuerpo. Virando en todas direcciones, Tim buscaba una salida segura y todo sin desatender la prioridad que era llegar con Alfred. Por ello, los dos continuaban moviéndose, pero sus opciones rápidamente se agotaban.

-Déjame aquí... -Musitó Damian entre gruñidos-.

-Claro que no, estúpido. –Refutó Timothy de inmediato sin dejar de buscar algún camino viable-.